“El resultado de esta cruel reclusión, fue la aparición de un comportamiento autodestructivo conocido como picaje. Éste, hace que las aves se arranquen una a una sus plumas hasta dejar áreas expuestas en su cuerpo, es una manifestación directa del estrés crónico y la ansiedad a la que se ven sometidas”, expresaron.
De acuerdo a la entidad, el animal llegó a la estación de paso del Jardín Botánico enmuy mal estado, tras haber vivido más de 10 años confinada en una jaula. A pesar de los esfuerzos de los veterinarios, la lora murió, pues le faltaba gran parte de su pelaje y tenía varias fracturas.
“Su dueña entregó a la lora voluntariamente, pues la tenía en unas condiciones lamentables en cautiverio en el nororiente de Medellín. La alimentaban con chocolate y semillas y estaba en una jaula muy reducida”, explicó Diana María Montoya, subdirectora ambiental del Área Metropolitana.
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🥹 Esta Lora Frentiamarilla (Amazona ochrocephala) fue encerrada durante más de una década en una jaula minúscula por años. Otro terrible ejemplo de las consecuencias de la tenencia ilegal de fauna silvestre. pic.twitter.com/zDOYaBYUHy
— Área Metropolitana del Valle de Aburrá (@Areametropol) August 28, 2023
Recuerde que puede denunciar casos de tráfico o de maltrato de fauna silvestre a través de la Línea de Emergencias 123. Además, en la línea del Área Metropolitana 304 6300090 se puede llamar si ve a alguna especie exótica en peligro.
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