Por: El Colombiano

El Colombiano es un grupo editorial multiplataforma con más de 110 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín en Antioquia. Fundado el 6 de febrero de 1912 por Francisco de Paula Pérez, se ha especializado en la investigación y generación de contenidos periodísticos para diferentes plataformas en las que provee a las audiencias de piezas mult...

Este artículo fue curado por Gustavo Arbelaez   Jul 7, 2023 - 2:53 pm
Visitar sitio

El histórico cese al fuego que comenzó oficialmente este jueves tiene expectante al país entero: es la primera vez que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, se sienta con un Gobierno tan dispuesto a negociar y a ceder, pero también llega en medio de hostilidades que no cesaron ni a escasas horas de que se firmara el decreto que frena toda clase de ataques armados entre los insurgentes y el Estado.

En la misma semana en la que el presidente Gustavo Petro le ordenó a las Fuerzas Armadas no disparar más contra esa guerrilla, el Eln asesinó a tres policías en Norte de Santander y secuestró a la sargento segundo Gihislaine Ramírez junto a sus dos hijos de 6 y 8 años de edad, quienes aún permanecen cautivos.

En hechos similares, el Ejército también asesinó a seis guerrilleros elenos en Norte de Santander apenas dos días antes de que se reportaran las muertes de los tres patrulleros.

(Vea también: Eln se llevó a Venezuela a la sargento del Ejército y sus 2 hijos, que tiene secuestrados)

Esas ofensas de parte y parte, sin duda, opacaron la victoria que representa para la mesa de negociación anunciar el cese bilateral al fuego más extenso y ambicioso al que se ha sometido el Eln.

En resumen, el cese que se acaba de firmar ha constado de tres etapas progresivas: una primera que fue de realización de protocolos; una segunda que arrancó este 6 de julio y que implica alistar las tropas, explicar y frenar los disparos; y una última y definitiva que irá a partir del próximo 3 de agosto, cuando inicia el cese al fuego con todos los mecanismos de verificación internacional en marcha.

En esta segunda etapa que apenas comienza la premisa es una sola: ni el Eln ni las Fuerzas Armadas del país atacan. A partir de este 6 de julio quedó prohibido para ambas tropas dispararle a los adversarios que han combatido durante las últimas tres décadas.

No hay espacio a emboscadas, planes pistola ni operaciones militares con el objetivo de debilitar la guerrilla o las Fuerzas Militares del Estado. “Básicamente la orden es no atacar. No generarle daño al otro para afianzar la confianza y permitir que la mesa siga avanzando”, explicó el monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado y partícipe de la Mesa de Negociación.

Si cualquiera de los dos inflige ese primer paso, será una clara violación al cese bilateral que irá directo al Mecanismo de Verificación: una mesa técnica y humanitaria compuesta por la Misión de Verificación de la ONU y la Iglesia Católica.

(Lea también: “Vamos rumbo al caos total”: Sergio Fajardo pide a Petro explicar cese al fuego con Eln)

Pero, en términos prácticos, ese cese no incluye por ahora otro tipo de hostilidades como secuestros, extorsiones e intimidaciones a la población civil, un punto clave que claman las comunidades en el Chocó, Norte de Santander y demás departamentos afectados por las acciones violentas de la guerrilla.

Tal como lo explicó el monseñor Henao, esta etapa es una especie de período “pedagógico” en el que las tropas de ambas partes recibirán instrucciones de qué pueden hacer y qué no y cómo deben comportarse para respetar ese gesto de paz durante los seis meses que se pactó. Etapa que Iván Duque criticó.

Sin embargo, la etapa definitiva del cese al fuego iniciará en firme a partir del próximo jueves 3 de agosto. Ese día, debe estar listo y detallado un documento al que la Mesa bautizó “Acciones Específicas”, el cual es una especie de manual en el que ambas partes aclararán cuáles son los alcances y los límites de ese Cese al Fuego Bilateral y Temporal de carácter Nacional que, según el decreto 1117 del 5 de julio de este año, está previsto hasta el 29 de enero de 2024 con posibilidades de prórroga o suspensión.

Sumado a eso, el Mecanismo de Verificación también deberá estar listo para esa fecha con cada uno de sus integrantes y sus funciones. Se espera que el Gobierno y el Eln deleguen a un grupo de personas que servirá de enlace para reportar, revisar y evaluar las acciones que se vayan cometiendo en el marco del conflicto.

“Si hay una acción que definitivamente viole el cese al fuego, eso lo definirá el Comité Técnico a cargo de la Misión de Verificación de la ONU. Ahí hay un equipo de militares expertos en este tipo de procesos que son de carácter independiente, extranjeros, y que determinarán cuál fue el daño, de qué gravedad y cuáles son las posibles acciones a realizar”, explicó monseñor Rueda.

Ahora bien, hay otra orden que es superior a cualquiera que explique el decreto: defender a la población civil. Si la guerrilla llegara a atentar directamente contra comunidades, el Ejército, la Policía y la Armada estarían en la obligación de atacarlos y defender los derechos de las comunidades.

Eso, aunque parece obvio, también quedó explícito en la Mesa. De hecho, también se habló de que las Fuerzas Armadas deben seguir atacando otro tipo de acciones en las que el Eln podría tener injerencia, como minería ilegal o confinamientos. Ahí también prevalece el deber del Estado por encima de los permisos del cese al fuego.

(Leer más: “Un proyecto de vida para jóvenes”: Eln soltó repudiable perla sobre entrar a guerrilla)

Pero el punto clave de todo esto está en el efecto que el cese al fuego tendrá en las comunidades, pues se trata nada más y nada menos que de el grupo armado más fuerte que tiene hoy el país.

Según informes de inteligencia militar, con sus más de 5.800 hombres, los elenos son el grupo “con más capacidad de daño y control territorial”. De ese total, se estima que el 50%, unos 2.900 hombres, están en la lucha armada y el restante en redes de apoyo urbanas y de carácter político.

Con todo ese pie de fuerza, el Eln opera en al menos 23 departamentos y en ocho de los 24 estados de Venezuela.

Por eso, para Wilfredo Cañizares, defensor de Derechos Humanos y miembro de la Fundación Progresar, en Norte de Santander, el mensaje es claro: “un cese al fuego que no proteja a la población civil y que no ponga como foco la vida de campesinos y líderes no tiene ningún sentido”, por lo que desde su comunidad, azotada por el Eln y las disidencias, pide que ese sea el objetivo principal del Gobierno y la guerrilla.

Según él, ahora más que nunca departamentos como Arauca y Norte de Santander viven los estragos de la disputa territorial entre los grupos. “Hay un control territorial, social y político por medio de secuestros, amenazas y ataques a la infraestructura que es crítico y que requiere de una solución y un freno ya”, dice el líder.

Y en eso concuerda Monseñor, quien asegura que el fin principal del cese bilateral debe ser salvar vidas y aliviar el padecer de esas comunidades. Por eso, y a pesar de los dolores obvios que tienen la población civil con cualquier grupo armado, Wilfredo dice que para ellos “el cese al fuego es muy importante y esperanzador”.

“Quizás la gente en las ciudades no lo ve así porque no siente el rigor de la guerra que si vive en la frontera y en zonas alejadas, pero el cese si nos trae una esperanza de que las cosas se calmen y llegue la paz”, dice.

Por ahora, el cese apenas arranca sus períodos de prueba no solo en el cumplimiento de las tropas, sino en qué tanto está dispuesta a confiar la sociedad y en qué tanto le cree a ese intento de paz que ya es el quinto de esta guerrilla.

Mientras todo eso avanza, el presidente Petro ha preferido guardar silencio ante los asesinatos y secuestros. De la militar y sus hijos, por ejemplo, el jefe de Estado no ha dicho nada. ¿Será su estrategia para mantener las cosas calmadas con la Mesa de Negociación?, ¿Sorprenderán al país con una liberación que muestre las intenciones de paz de las que están hablando?, esas son preguntas que se responderán en los próximos días y que le pondrán la estocada final a este paso histórico que representa silenciar los fusiles por seis meses.

Lee También

El cese aún no implica dejar de secuestrar y otros delitos

Entrevista con monseñor Héctor Fabio Henao, Delegado de la Conferencia Episcopal para las relaciones Iglesia-Estado y partícipe de la Mesa de Negociación.

El cese con verificación arranca desde el 3 de agosto. En la práctica Eln y Gobierno todavía pueden realizar operaciones ofensivas. Es decir, ¿es más bien como una etapa pedagógica?

“Sí, más o menos funciona así, como una etapa para difundir todo lo pactado. Pero ellos ya recibieron órdenes por escrito ambos lados de frenar operaciones ofensivas y deben obedecer. Lo que pasa es que a partir de agosto ya el cese entra en rigor y con todos los elementos del Mecanismo de Verificación que está compuesto entre la Misión de Verificación de la ONU y la Iglesia”.

¿Y dentro de esas operaciones ofensivas que deben frenar se incluye dejar de lado el secuestro de civiles o de ejecutar las órdenes de captura, por ejemplo?

“Por su puesto que será un elemento a tener en cuenta y que será una de las cosas que le haremos seguimiento en el Mecanismo. Pero, en principio, el cese va dirigido solo a acciones militares de parte y parte. No habrá ataques y eso permitirá que la mesa pueda seguir avanzando en otros sentidos y que las comunidades sientan alivio al no tener esas confrontaciones”.

Se lo preguntaba justo por ese temor de las comunidades. ¿Cómo ha estado el ambiente en la Mesa por el secuestro de la militar, hay una exigencia de que la liberen?

“Pues actualmente la Mesa no está sesionando. Allá en La Habana sí hay equipos coordinando lo de los protocolos, pero no hay reuniones de negociación como tal. Cuando se reúnan se hablará del tema y se pondrán las consideraciones. Por ahora, ha sido el Gobierno el que ha dicho desde diferentes instancias que el ELN debe liberar a la militar y sus hijos”.

¿Qué espera usted de este cese, cómo los ánimos de ambas partes?

“Pienso que la mesa ha avanzado sustancialmente en estos tres ciclos. Armó agenda, pacto estos protocolos y está poniendo en marcha el cese bilateral que esperamos salga muy bien. Hay voluntad de paz en ambas partes y lo que esperamos es que las comunidades más afectadas sientan el alivio. Eso es lo que tiene que pasar de ahora en adelante”.

Lee todas las noticias de nación hoy aquí.