Hace algún tiempo Leonardo Jaramillo Restrepo no sabía qué hacer para pagar las deudas que fue adquiriendo por su indisciplina financiera que lo llevó a tomar varios créditos con entidades bancarias, además de las adquiridas por medio de tarjetas de crédito y con personas naturales.

“Las llamadas constantes de los bancos amenazándome con iniciar embargos eran constantes. Llamaban a toda hora y todos los días y esto fue causando un deterioro en mi salud porque no sabía qué hacer para ponerme al día”, manifestó Jaramillo Restrepo, quien acosado por las casas de cobranza de los bancos empezó a buscar alternativas para sanear sus finanzas y encontrar un alivio para su vida crediticia.

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El ciudadano entrevistado por NUEVA CRÓNICA QUINDÍO contó que en una de esas búsquedas por internet encontró una alternativa llamada Ley de Insolvencia de persona natural no comerciante que le permitió sentar a sus acreedores ante un centro de conciliación y renegociar sus activos con el propósito de iniciar de ceros y comenzar a adquirir una cultura de buen pago.

“Me contacté con una firma de abogados que me ayudó con la solicitud y a estructurar un acuerdo de pago de acuerdo con mi situación financiera. Esto me permitió pagar, según mi capacidad mensual y así reiniciar con el pago y sin quedarme colgado”, señaló el ciudadano.

Para lograrlo realizó el proceso con representación legal y ante una notaría logró, en varias audiencias, que sus acreedores aceptaran el acuerdo de pago, el cual mes a mes ha venido cumpliendo para honrar sus obligaciones.

Pero este trámite no solo es posible de realizar ante una notaría que sirva de conciliador entre deudor y acreedores, las cámaras de comercio del país también están habilitadas para ofrecer este servicio y en ese sentido la de Armenia y del Quindío viene apoyando a los ciudadanos que quieren comenzar una vida desde cero con las deudas.

Ángela Milena Jaramillo López, coordinadora del Centro de Conciliación de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, señaló que, a través de esta ley, se busca que el deudor pueda negociar con sus acreedores, manifestándoles que, aunque no puede cancelar la totalidad de las obligaciones, sí tiene la intención de pagar.

La idea es que el deudor pueda llamar a sus acreedores para hacer una propuesta de negociación y que, a su vez, obtenga una disminución en el valor de esas cuotas y tal vez una condonación en los intereses causados para que puedan normalizar esos créditos y continuar con el pago”, señaló Jaramillo López.

Explicó que los requisitos para acceder a esta ley son 3: el primero es encontrarse en cesación de pagos de 2 o más obligaciones por más de 90 días a favor de 2 o más acreedores, o tener 2 procesos ejecutivos o de jurisdicción coactiva en curso y que el valor porcentual de esas obligaciones represente no menos del 50 % del pasivo total que esté a su cargo.

Para esta negociación ingresan todo tipo de deudas independiente si son personas naturales o entidades bancarias e incluso retrasos en el pago de algunos impuestos también pueden ser negociados a través de este sistema.

“Al iniciar un proceso de insolvencia es importante mencionar cuáles son los efectos que yo obtengo cuando inicio ese procedimiento y entre ellos está que no pueden iniciarse nuevos procesos ejecutivos, ni de restitución de bienes, o por ejemplo no puede suspenderse la prestación de los servicios públicos en mi hogar, partiendo de ahí es un alivio para el deudor saber que ya no van a rematar su vivienda o su carro o que no le van a cortar sus servicios”, manifestó la coordinadora del centro de conciliación de la entidad gremial.

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Una vez la persona accede a los servicios, en este caso del centro de conciliación de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, es apoyada explicándole cuál es la forma en la cual debe hacer la solicitud y todos los documentos que debe relacionar para iniciar con el proceso. También recibe asesoría en cómo debe relacionar a cada uno de sus acreedores porque dependiendo la naturaleza del crédito de acuerdo con una normatividad se debe clasificar.

Aunque el trámite de conciliación tiene un costo, este depende del valor de los créditos netos que la persona deba, “las tarifas pueden variar de un centro de conciliación a otro y lo que buscamos es que sabiendo que esta persona en este momento está atravesando por una circunstancia de deuda y de enfermedad, porque hemos tenido casos de personas que se enferman por todas las deudas que tienen, poder brindarles una tarifa accesible”, señaló Angela Milena Jaramillo López.

Es decir, que si una persona tiene una deuda que oscila entre $17.000.000 y $35.000.000 aproximadamente, el valor a pagar en el centro de conciliación puede ser de $1.469.000. Es importante mencionar que de acuerdo con lo señalado por la coordinadora del centro de conciliación, las tarifas están calculadas en UVT y que este cálculo se realiza sobre el capital neto, ya que en medio del proceso de insolvencia se puede solicitar la condonación total de los intereses.

También la coordinadora del centro de conciliación explicó que si la persona incumple el acuerdo de pago con los acreedores, este cesará inmediatamente y se reactivarán todas las medidas que hayan sido suspendidas, como embargos y remates.

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Por eso, la recomendación principal es que, si un ciudadano que accedió a un trámite de insolvencia siente que va a incumplir por modificación en sus ingresos o por situaciones como pérdida de empleo, notifique nuevamente a sus acreedores para que se sienten de nuevo a tratar de conciliar un nuevo acuerdo de pago según sus posibilidades reales.

Angela Milena Jaramillo López, coordinadora del Centro de Conciliación de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, señaló que en efecto es mucho el desconocimiento entre los quindianos sobre los beneficios que trae esta ley y por ello desde la entidad gremial vienen trabajando en promoverla para que más ciudadanos accedan. 

“Hemos visto un incremento importante en la cantidad de solicitudes de insolvencia porque con ocasión a la pandemia las personas vienen atravesando por una crisis económica y ahora este año también hemos visto que cada vez más personas inician el proceso. El año anterior recibimos alrededor 12 solicitudes en el centro de conciliación, este año vamos para 3, lo que significa que han incrementado, la idea es dar a conocer el servicio como una opción para evitar esos cobros de remates y embargos”, dijo Jaramillo López.