Gran parte de la economía del mundo se genera a través del emprendimiento, que se ha convertido en un motor de desarrollo para todo el ecosistema. De allí, la importancia de promover un modelo pedagógico innovador, para que las nuevas generaciones creen empresa, dinamicen la economía de sus regiones y desarrollen las habilidades esenciales que se requieren en el siglo XXI.
Hace poco, Confecámaras señaló que el 2021 cerró con un balance muy positivo en materia de emprendimiento en el país tras la creación de 307.679 nuevas empresas en todo el territorio nacional y con un aumento del 10,6% en comparación con el 2020.
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Sin embargo, aún los jóvenes aseguran que iniciar una nueva compañía es cada vez más difícil, de acuerdo con un estudio que realizó el año pasado la Universidad del Rosario, puesto que no saben cómo hacerlo o no tienen la formación necesaria para liderar un nuevo proyecto.
La falta de formación en emprendimiento y habilidades se debe en gran parte a que los colegios no evalúan la relevancia e importancia de fomentar en su currículum materias que promuevan en los estudiantes habilidades blandas y un mayor espíritu emprendedor, sin dejar de lado que, los docentes siguen atrapados en metodologías tradicionales y no tienen aún las capacidades para enseñar las habilidades del futuro.
El colegio que busca formar niños emprendedores
Todo este contexto llevó al Cartagena International School a transformar su programa educativo para, además de cubrir las materias básicas del conocimiento, incluir las áreas de emprendimiento, inteligencia financiera, inteligencia emocional, robótica y programación con el objetivo de fomentar la curiosidad, innovación y desarrollo.
“Es vital formar una generación de empresarios y transformar el eje central de la educación contemporánea hacia las verdaderas necesidades del estudiante del siglo XXI y eso lo hemos logrado en nuestro colegio a través del emprendimiento’’, señala Daniela Carvajalino, presidente del Cartagena International School.
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En esta institución los estudiantes reciben la clase de emprendimiento como una materia curricular tan importante como ciencias, lenguaje o matemáticas. “Enseñar emprendimiento no se hace a través de un tablero y la memorización de fórmulas y ahí precisamente se encuentra la clave del éxito de nuestro programa”, explica la experta.
Este tipo de educación tiene un objetivo superior al de crear una empresa, es un proyecto pedagógico con el fin de despertar esas habilidades esenciales que son importantes a nivel personal y profesional para el siglo XXI. “Por esa razón, la mayoría de nuestros alumnos se gradúan y en una mano, cargan el diploma y en la otra un registro de su empresa” agregó Carvajalino.
¿Cómo están formando a los pequeños empresarios?
Para impulsar los emprendimientos de los estudiantes, el colegio cuenta no solo con una cámara de comercio estudiantil, sino que organiza ferias empresariales y viajes internacionales a ciudades como Hong Kong, Londres, Atlanta y Toronto, en donde los estudiantes tienen la oportunidad de presentar sus proyectos y relacionarse con CEOs y directivos de las más grandes e importantes empresas mundiales.
Además, dentro de la estrategia de estimular el espíritu emprendedor, la institución implementa los llamados ‘clubes de talento’, cuyo propósito es desarrollar las inclinaciones empresariales naturales de cada estudiante.
“Creemos que el potencial de los niños es infinito y es nuestro trabajo como colegio crear espacios para que ellos descubran y desarrollen dicho potencial, con clases que van desde el pilotaje de drones hasta la creación de contenido de valor en Youtube”, resalta Daniela Carvajalino.
‘Tips’ para apoyar a los niños emprendedores
La experta en emprendimiento dio a conocer cuatro ‘tips’ para que los niños puedan desarrollar sus empresas y tengan una mayor inteligencia financiera desde temprana edad:
- Fomentar el ahorro y la inversión desde temprana edad como un hábito divertido del día a día.
- Convertir la casa en un laboratorio de emprendimiento, y la mejor manera de aprender es jugando, usando juegos del estilo Monopoly e inventando experimentos didácticos.
- Aprovechar momentos de cotidianidad para aprender historias de grandes empresarios o haciendo un ejercicio de inteligencia financiera en el supermercado.
- Es relevante dejar que tomen sus propias decisiones. Es importante confiar en ellos y dar autonomía e independencia a una temprana edad. Así se exponen a situaciones en donde deberán decidir sobre qué es mejor en cada ocasión.
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