McAtasney perpetró el asesinato en 2016, en Nueva Jersey,, luego de que la víctima encontrara en una caja un poco más de 10 mil dólares (alrededor de 33 millones de pesos), con una nota de su madre, que había fallecido recientemente, publica The New York Post.
El joven, ahora de 21 años, planeó toda una estrategia para hacer pasar el asesinato, como un suicidio. Primero estranguló a Stern y luego llevó el cuerpo, en el carro de la víctima, hacia un puente y lo lanzó a un río. Por último, dejó las llaves dentro del auto para no generar sospecha, detalla el rotativo norteamericano.
Sin embargo, su plan no le funcionó y luego de largas investigaciones, lo encontraron culpable. A lo largo de las ocho semanas de juicio, mientras los fiscales detallaron la trama, McAtasney no mostró ningún arrepentimiento.
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“Se echó a reír durante la mayor parte… Como fiscales, te enoja. No hay remordimiento“, dijo la fiscal, Meghan Doyle, a The New York Post.
Una pieza clave para dar con el asesino fue su compañero de cuarto en la universidad, Preston Taylor, el cual fue cómplice del homicidio, señala el mismo medio.
Taylor, también de 21 años, se declaró culpable de múltiples cargos por su papel y declaró contra McAtasney, donde proporcionó detalles.
Contó que él estaba en la casa cuando McAtasney estranguló a Stern y que también lo ayudó a arrojar el cuerpo al río, finaliza el medio estadounidense.