Los críticos del decreto migratorio del presidente Trump se dieron cuenta de que ninguno de los 6 países cuyos ciudadanos tienen la entrada prohibida a Estados Unidos (Siria, Irán, Yemen, Sudán, Somalia y Libia) mantiene negocios con la Trump Organization, informa Independent.
En cambio, países que sí tienen negocios con la compañía del mandatario, como Arabia Saudita, Líbano, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Egipto e Indonesia, se quedaron por fuera del veto.
A lo largo de su mandato, Trump ha dicho varias veces que tranfirió el control de todos los negocios de su familia a sus hijos, para evitar tener conflictos de intereses en su ejercicio como presidente, pero los críticos atacan el hecho de que el mandatario aún se mantenga al tanto de todos ellos.
Ninguna de las órdenes contra los migrantes ha nombrado, por ejemplo, a Turquía, a pesar de que ha sido el blanco de varios ataques terroristas. Eso podría explicarse en el hecho de que el magnate posee dos lujosas torres y una marca de muebles para el hogar, que le dejan ganancias anuales cercanas a los 5 millones de dólares, según Bloomberg.
Igual sucede en los Emiratos Árabes país que, además de ser un aliado de vieja data de Estados Unidos, alberga un campo de golf, instalaciones de spa y casas de lujo, todos ellos propiedades de Trump. Algo similar sucede en Indonesia, el país musulmán más grande del mundo, donde hay resorts en proceso de construcción con la marca del presidente, hechos en asociación con empresas locales.
Pese a todos estos indicios, Reince Priebus, jefe de gabinete de la Casa Blanca, cuando fue cuestionado al respecto, afirmó que posiblemente algunos países se agreguen al veto migratorio y que todo esto se hace “por el bien de los estadounidenses”.