El hijo de Guo Gangtang tenía apenas 2 años y cinco meses cuando fue secuestrado frente a su casa en la provincia de Shandong, mientras jugaba sin supervisión, publica BBC Mundo.

Durante muchos años, el desesperado padre viajó unos 500.000 kilómetros en moto y atravesó 20 regiones de China buscando a su hijo. Siempre llevaba una foto del pequeño, en ese momento, en mano y preguntaba por él en cada pueblo al que llegaba, indica el mismo medio.

Durante todo este tiempo sufrió accidentes de tránsito, 10 motos se le dañaron y hasta enfrentó a ladrones en la carretera, pero nada eso lo detuvo hasta hace un par de años, cuando se le acabaron los ahorros de toda su vida, detalla el rotativo británico.

Los secuestradores lo vendieron a una familia, según infirmó el Ministerio de Seguridad Pública chino en un comunicado.

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La trata de niños floreció en China en la década de 1980 y duró durante muchos años, tras la aplicación de la medida política denominada “un solo hijo”. 

La tradicional preferencia por los hijos varones, unida a las restricciones de nacimiento, acentuó los secuestros de niños, que luego eran vendidos a parejas que desean un heredero varón.

Tras una prueba de ADN, la policía comunicó a Guo Gangtang que un maestro de 26 años que vivía en la provincia de Henan era su hijo desaparecido. El encuentro se organizó el domingo, según el ministerio.

La televisión pública CCTV mostró este martes imágenes del padre llorando en sus manos y la madre sollozando mientras abrazaba a su hijo.

En un video publicado por la agencia de noticias China News Service, Guo, que había desistido de recorrer en su moto con fotos de su hijo a lo largo del país asiático, declaró que “todo lo que viene ahora es felicidad”.