De resultar verdaderos los documentos (que se generaron entre 2013 y 2016), se trataría de una de las filtraciones de información más grandes en la historia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la pondría en serios aprietos, afirma The New York Times.
Lo que aterra de este caso es que, presuntamente, la división de hackeo de la CIA habría utilizado técnicas de espionaje mediante software maligno con el fin de infectar iPhones, teléfonos con sistema Android, Windows, televisores Samsung (habrían usado el micrófono incorporado para espiar lo que los usuarios de decían) y vehículos con sistemas avanzados.
Dice Betanews que nada está a salvo: ni enrutadores, ni sistemas operativos que se consideran muy seguros, como Linux y MacOS.
Adicionalmente, el ‘Times’ informa que la CIA habría trabajado con otras centrales de inteligencia, como la británica MI5, para violar los sistemas de encriptación en teléfonos y sistemas de mensajería instantánea, como WhatsApp, Signal y Telegram.
Los hackers del gobierno estadounidense, a la luz de los documentos revelados por Wikileaks, también tienen la capacidad de penetrar teléfonos con sistema operativo Android y capturar los mensajes de texto y los audios antes de que estos sean encriptados (cifrados o codificados) mediante software de código malicioso del estilo de Troyanos, virus y otras herramientas para colectar información, revela un comunicado de prensa de Wikileaks.
Wikileaks no mencionó el nombre de la fuente que le filtró los casi 8.000 documentos con millones de líneas de código, conocidos con el nombre de Vault 7, pero dijo que son documentos que pasaron de forma no autorizada por las manos de antiguos hackers y contratistas del gobierno.
En un comunicado de prensa, Wikileaks urgió abrir el debate sobre las facultades de la agencia y si dicha entidad está excediendo sus poderes, pues la idea es que se empiece a discutir sobre “la seguridad, la creación, el uso, la proliferación y el control democrático de las ciberarmas”, relata el ‘Times’.
Uno de los ataques que más espantan, pues se parece más a una película de espías o de terror, es la forma en que la CIA presuntamente hackea los Smart TV de Samsung, pues remotamente se le hace creer al usuario que el aparato está apagado, cuando no es así.
En ese modo de ‘falso apagado’, dice Wikileaks, es posible que los espías escuchen y graben lo que se habla en la habitación donde esté el televisor, pues la señal de audio llega directamente a los servidores web de la agencia de inteligencia, que para este tipo de tecnología se alió con sus pares británicos mencionados anteriormente.
Y probablemente más macabro es el hecho de que remotamente podrían hacer que una persona tenga un accidente en su vehículo o “asesinatos indetectables”, como lo expresa un titular de Infowars.
Así como con los televisores, los hackers pueden tomar el control remoto de un vehículo moderno, pues se le meten directo al computador a bordo, desde donde se controlan frenos, dirección, control de tracción, control de estabilidad y otras funciones de seguridad que podrían fallar si se les cambia la programación.