Este domingo se conoció la historia de este deportista aficionado que murió al recibir un disparo de escopeta en el pecho, luego de que un cazador francés lo confundiera con un animal en los Alpes Suizos.

Más allá de la curiosa manera en que murió, el centro de atención, ahora, se concentra en las fuertes denuncias que caen sobre él, por parte de sus seres más cercanos.

Katie Toghill, su hermana, expresó al diario The Sun: “Estoy cansada de recibir mensajes de condolencias. Era un violador y me alegro de que esté muerto, me siento aliviada de que ya no pueda lastimar a nadie más”.

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Contó, además, que fue vulnerada “alrededor de 100 veces entre los 8 y 13 años”, y le tuvo que mentir sobre su menstruación, y la posibilidad de quedar embarazada, para que parara las agresiones.

Por otra parte, Katrina Toghill, madre de Sutton, ratificó las palabras de su hija: “Era un monstruo. Es una pena que muriera tan rápido, merecía morir lentamente y ser torturado”.

Katie pidió la libertad del joven cazador, quien enfrenta cargos y es investigado por asesinato: “Nos hizo un favor. La única pena es que murió muy rápido”.

John Sutton, padre del ciclista amateur, salió en su defensa en una entrevista con el diario Daily Mail: “Denuncié a mi exesposa y a mi hija. Sus acusaciones son completamente falsas. Estoy destrozado, quieren arruinar el nombre de mi hijo, ahora que está muerto”.