En entrevista con Diva Rebeca en su canal de Youtube la actriz Tania Robledo señaló: “Yo he hecho películas en México, yo venía de ganar un sueldo muchos años, tampoco era muy bien pago ‘Padres e hijos’, pero yo tenía una casa un carro y mantenía a los novios de turno y era generosa con los amigos. Eran como 8 o 10 millones colombianos en esa época. No era para volverse super rica, pero era un dinero que en esa época era importante”.

Sin embargó la actriz aprovechó para decir que se siente agradecida con ese momento de su vida.

“La gente que reniega de un trabajo no merece nada. Bueno o malo algo que te dio de comer”, dijo la artista.

(Lea también: “El conductor se infartó”: viuda de Martín Elías tuvo escalofriante susto durante un viaje)

Aseguró además que pasó duros momentos buscando oportunidades en México, pero no quiso ceder a las exigencias del mercado.

“No me salió trabajo los primeros años. Tuve mucha frustración. Yo siempre he sido hippie relajada, yo también jugué el juego y me estrellé porque no le sé a hacer otro tipo de transacciones, no se me dio. Ya eso está sanado y perdonado”, reveló  la actriz.

La también participante de ‘Survivor’ recordó que el papá de su hija la abandonó cuando empezaron las crisis económicas y la fama se empezó a esfumar.

“Tuve un esposo que me quiso cuando estaba muy bien de estrellita juvenil pero cuando empezaron los trancazos porque había 5000 niñas atrás guerreando, ya cuando él vio que no había tanta bonanza para mí se desencantó de mí y terminamos”, aseguró.

(Vea también: La ‘Barbie’ colombiana pasó por su séptimo levantamiento de cejas: “Duele como nunca”)

Tania sugirió en la entrevista que inició un proceso de ‘revirginización’ porque le ha ido muy mal con los hombres.

“He conectado con las personas, pero después pasan cosas, no soy la víctima, pero muchos engaños, muchas traiciones, he conocido gente muy oportunista”, dijo.

También contó por qué no intentó regresar al país: “Me aterraba la idea de llegar a Colombia porque siempre tuve las puertas abiertas en el programa ‘Padres e hijos’. Pero yo podía volver y tenía trabajo. Yo sabía que las jornadas eran de 12 a 15 horas de lunes a sábado y me aterraba dejar a mi hija con una empleada”.