Aunque ella no se detiene a calificar si la prohibición de la dosis mínima sea bueno o malo. “No tengo ni idea”, escribió en su cuenta de Twitter.

Lo que ella hace es fijarse en “los motivos que tiene la gente para drogarse”. Y, en ese sentido, plantea su idea: “Si el ser humano no viviera tan angustiado, no metería nada y no sería necesaria ninguna ley”.

Un escenario realmente complicado si se consideran las condiciones de existencia de las personas en los diferentes momentos de la historia de la humanidad.

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En todo caso, en medio de sus cavilaciones, Margarita Rosa también califica de “hermoso” el planteamiento de un tuitero que la etiqueta y que la invita a ir por “la #DosisMínima de comprensión de lectura”, porque “es que ni un tuit leen bien”.

Incluso, asegura que ella va por “la #dosismínima de reflexión”. En conclusión, es partidaria de las dosis mínimas de muchas cosas, aunque no precisa qué piensa sobre la que corresponde a los estupefacientes.