Las coincidencias que se encontraron entre el libro y los libretos de la novela que emitió el canal RCN en 2011 fueron validadas, en su momento, por el experto en derechos de autor Juan Carlos Monroy, de la universidad Externado.

Aunque el concepto de plagio dio la razón a Silva, el fiscal a cargo, Esau Torres, está ahora solicitando la preclusión del caso, según contó el escritor y periodista a la W Radio: “Es alucinante que el fiscal Torres pida la preclusión alegando que el periodismo no tiene derechos de autor”, le dijo a la emisora.

En medio del lento proceso, Silva contó con la fortuna de que la jueza 23 penal, Susan Tovar Bonilla, pidió frenar la solicitud de preclusión: “No se trata de reconocerle a Mauricio Silva derechos de autor sobre la vida de Álvaro José Arroyo. De lo que se trata es de reconocerle derechos de autor sobre el libro que escribió… En esta medida, el despacho considera que el libro ‘El Centurión de la Noche‘ de Mauricio Silva Guzmán sí es digno de protección por los derechos de autor, no en la idea biográfica que contiene sino en la forma en la que relata la biografía de Álvaro José Arroyo”, dijo Tovar, citada por Semana, en respuesta al débil argumento del fiscal, que alegaba que “se trata de la biografía de Álvaro José Arroyo, relato que se compone de hechos reales, no originales y, por consiguiente, no susceptibles de ser protegidos por los derechos de autor”.

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Mauricio defiende el mismo enfoque de la jueza, pues, como contó a la W, gasté 4 años de investigación, hablé con por lo menos 120 personas, cree escenas, y puse mi estilo propio”.

Cuando Silva publicó su libro, RCN trató de negociar los derechos para hacer la novela a partir de su texto, él no aceptó, pero aún así vio en la pantalla chica recreadas algunas de las escenas que él creó para su publicación.

La W Radio también abrió sus micrófonos al canal, pero sus representantes prefirieron guardar silencio, por tratarse de un tema judicial.

El caso sigue abierto y se esperaría que ahora, con el jalón de orejas de la jueza al fiscal, se llegue a un acuerdo entre las partes o se paguen las sanciones que dictamine la ley.