Liliana González, cuyo último personaje en la televisión fue en la segunda parte de ‘La nocturna’, producción que fue emitida por Caracol en 2020, utilizó sus redes para contarles a sus seguidores una curiosa anécdota que tuvo con una mujer que trabajaba para ella.

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Según narró en un extenso video, la empleada que le ayudaba con las labores del hogar se ponía ropa suya a escondidas.

“Resulta que nosotros llevábamos más o menos diez años con esta mujer y yo la quería un montón. Primero porque su eficiencia era brutal, desde la comida más espectacular del mundo hasta hacer todas las funciones, y todas hacerlas bien. Empecé a notar cositas que nunca les di importancia, como que los zapatos se me desaparecían y yo preguntaba y al tiempo volvían a aparecer”, dijo la actriz inicialmente.

Aunque según ella ese tipo de situaciones se presentaban en reiteradas ocasiones, nunca sospechó que su trabajadora estuviera cogiendo sus pertenencias sin permiso.

Sin embargo, un día su esposo se percató de que la empleada había publicado una fotografía en sus redes y la confundió con la actriz, ya que portaba prendas de vestir que utilizaba la recordada actriz de ‘Hasta que la plata nos separe’.

“Era mi empleada, pero la ropa que tenía era una pinta mía, por eso él se confundió de primerazo… Unos días después le hicimos el reclamo y entonces se molestó y dijo que era el colmo que nadie más pudiera tener la ropa que yo tenía, que era una casualidad, que su hermana se la había prestado”, comentó la bogotana.

Al escuchar su respuesta, que para González fue “descarada”, la actriz le pidió que llevara dicha ropa y le mostrara que efectivamente se la había prestado su hermana.

“Me dijo que sí y así me tuvo mucho tiempo y nunca la llevó”, agregó la artista.

Aunque nunca le comprobó que la ropa sí era de su hermana, González afirmó que le dieron otra oportunidad, pero tiempo después la despidieron definitivamente.

“De repente abro redes y veo en su Instagram una foto desde mi habitación, con la cama de nosotros detrás y vestida con mi ropa, o sea, no quiero imaginarme qué más hizo, que más se puso, qué más usó. No la volvimos a contratar, le dije que había visto esas fotos y que tenía mi ropa. Me contestó evadiéndome y nunca más volví a hablar con ella”, concluyó Liliana González.