La situación es preocupante, pues, a pesar del aumento del salario mínimo, los costos para los colombianos se han incrementado, y los dueños de tiendas lo ven desde la primera fila.

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Y es que el aumento real del mínimo no sería tan alto como el 16 % que se cantó desde el Gobierno, ya que la inflación del 13 % lo reduce a un 3 %. Por eso, los tenderos dan cuenta de que la plata difícilmente va a alcanzar. 

“Todo está muy caro”, “¡Tenaz! Está muy terrible”, señalan algunos vendedores que manifiestan que la leche y los huevos están casi impagables.

Acá, los testimonios de los tenderos:

En esa línea, sostienen que los lácteos han subido y que el litro de leche ha subido su precio unos 1.300 pesos en un año. La libra de queso ha subido unos 7.000 pesos, sostienen. Y el yogur, unos 900 pesos.

Los huevos, que podrían escasear, están impagables, según los tenderos y su incremento, dependiendo de la tienda, ha ido desde los 250 a 450 pesos. 

Pero si de alimentos básicos se trata, el arroz también creció, pero no en la olla, sino en su precio. La libra subió unos 600 pesos y el paquete de 10 libras unos 6.000 pesos.    

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Una de las bebidas más tomadas es la gaseosa, pero también subió como espuma. En el tamaño familiar, dicen los vendedores, subió unos 500 pesos. Pero no solo eso, la presentación personal subió lo mismo, evidenciando que el bolsillo difícilmente podrá darse un gusto.

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Una de las tenderas de Bogotá dijo que el Chocoramo subió 500 pesos y el paquete de papas aumentó 300 pesos. 

“Todo lo que es mecato subió: un paquete de Tostacos valía 1.200 pesos y ya va en 1.700”, remató otro de los tenderos consultados.