
Entre 2017 y 2023, la remuneración promedio de un ejecutivo del índice ampliado S&P 500, que agrupa a las 500 mayores empresas estadounidenses, aumentó casi 40 %, según un sondeo de la firma Equilar, frente a sólo 27 % para los trabajadores del sector privado en Estados Unidos. El premio, para los ejecutivos, es de 16,3 millones de dólares anuales.
Este aumento no genera demasiados sobresaltos en los accionistas, que este año solo rechazaron en dos casos los planes de remuneración patronal cuando se les planteó el asunto en asambleas, según la empresa ISS-Corporate.
(Vea también: Cuánto es el salario mínimo de España vs. el de Colombia; diferencia es bien amplia).
En 2021 y 2022, una serie de reveses afectaron a varios grandes nombres corporativos de Wall Street, desde Starbucks y el banco JPMorgan Chase hasta las tecnológicas Intel y General Electric.




“Los inversores finalmente se están rebelando contra los aumentos salariales masivos de los patrones”, tituló la revista Time en junio de 2022, antes de que esta aparente reticencia se desvaneciera casi tan pronto como había tomado forma.
“Los accionistas tienden a votar en contra de los planes después de un mal desempeño de la empresa o del precio de las acciones” a la baja, explicó Kevin Murphy, profesor de la universidad USC y experto en remuneraciones ejecutivas.
Empresarios y accionistas, ganadores tras pandemia
Sin embargo, al momento del movimiento rebelde de los accionistas, la pandemia de coronavirus había sacudido gravemente la economía y los mercados financieros. “Algunos precios (de acciones) habían repuntado, pero no todos”, recordó.
Por el contrario, el contexto actual del mercado, en el que Wall Street ha batido decenas de récords desde principios de año, no fomenta las protestas.
Los accionistas de la fabricante de autos eléctricos Tesla incluso validaron el jueves el enorme plan de compensaciones del magnate Elon Musk, valorado en algo menos de 50.000 millones de dólares.
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