Por: CENET

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Este artículo fue curado por Leonardo Olaya   Sep 21, 2023 - 9:50 am
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La propuesta del presidente Gustavo Petro de subsidiar el transporte público en Bogotá a través del pago de una cuota en la factura de la luz ha sido sometida a un riguroso análisis por parte del centro de estudios económicos ANIF, que ha concluido que, si bien es una idea loable, la implementación de una “tarifa cero” no ha sido evaluada con suficiente detalle y podría tener implicaciones significativas en los incentivos para el uso del transporte público y la energía residencial.

ANIF reconoce la importancia de brindar un tratamiento diferenciado a ciertos grupos de usuarios, como personas de bajos ingresos, estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad. Sin embargo, advierte sobre los riesgos de vincular exclusivamente el financiamiento del subsidio al recibo de luz sin un análisis exhaustivo.

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Uno de los principales argumentos de ANIF es que esta propuesta podría alterar sustancialmente los incentivos de los usuarios para utilizar el transporte público y la electricidad de manera eficiente. Además, se destaca la falta de estudios de factibilidad y planes operativos detallados que respalden la propuesta.

En términos financieros, Transmilenio SA estima ingresos del sistema por $ 2,3 billones, con un costo total de operación de $ 4,8 billones. Si todos los hogares compartieran igualitariamente el costo correspondiente a los ingresos actuales del sistema, se requeriría añadir entre $ 63,617 y $ 136,559 al pago mensual de la factura de luz de cada hogar, dependiendo de la contribución del distrito.

ANIF propone una alternativa en la que se aplique una tarifa diferencial según el estrato social. En este escenario, los hogares de estrato 1 pagarían el 40 % de la tarifa base, los de estrato 2 el 50 %, los de estrato 3 el 85 %, y los de estrato 4, 5 y 6 el 120 %. Sin embargo, se enfatiza que un incremento en la tarifa del transporte público de más del doble para ciertos hogares podría resultar insostenible.

La recomendación principal de ANIF es buscar múltiples fuentes adicionales de financiamiento para mejorar el transporte público y realizar una focalización más precisa de los subsidios. Además, se resalta la necesidad de abordar los problemas de congestión, seguridad y eficiencia en el sistema de transporte público de Bogotá.

(Vea también: Duro golpe a los estratos 4, 5 y 6: ahora les va a tocar pagar más dinero con servicio)

ANIF considera que la idea de subsidiar el transporte público en Bogotá es valiosa, pero insta a un análisis más profundo y a la búsqueda de soluciones más equitativas y sostenibles que beneficien a la comunidad en general y aborden los desafíos que enfrenta el sistema de transporte en la ciudad.

“La “tarifa cero” en el transporte masivo se ha implementado en varios países con el fin de reducir la congestión vehicular, reducir las emisiones, mejorar la calidad de vida del ciudadano y aliviar la carga económica a personas de bajos recursos. En ANIF reiteramos que subsidiar el transporte público (cosa que ya ocurre) es deseable. No obstante, llevarlo a tarifa cero, es una propuesta que, a pesar de sus buenas intenciones, no se ha estudiado cuidadosamente (no hay estudios de factibilidad ni planes detallados de operación). Además, que esté atada a una sola fuente, en este caso la factura de la luz, cambiará de manera radical los incentivos para la utilización del servicio de transporte y de energía residencial”, explica el centro de estudios económicos.

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A su vez, desde ANIF destacan que es muy importante tener presente y recordar que el hecho de que no haya un cobro del pasaje no quiere decir que el transporte sea gratis, alguien tiene que asumir esos costos.

“Vincular ese cobro a la factura de la luz generaría grandes distorsiones en el mercado de la energía con graves consecuencias, reduciría el poder adquisitivo de las personas y podría ser perjudicial para algunos individuos que hoy en día reciben auxilios para la financiación de su transporte. En ese sentido, lo mejor en este caso es pensar en múltiples fuentes adicionales para invertir en mejoras del transporte público y en hacer una focalización más eficiente de los subsidios que se otorguen”, finaliza.

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