A comienzos de este año, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estableció que, entre los países que la conforman, Colombia ocupaba el séptimo lugar en tasas de desempleo juvenil. En medio de un panorama tan oscuro para la juventud, un exitoso joven, David Vélez, considerado la segunda persona más rica de Colombia, hace una recomendación que daría alternativas de salida para esa situación.

Lo que aconseja Vélez también cobra sentido si se tiene en cuenta que hasta el año pasado, unos 3,2 millones de jóvenes entre los 14 y 28 años de edad no estudian ni trabajan (los denominados ‘Ninis’), según un estudio hecho por el DANE, denominado la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) para el periodo 2008 a 2021 y evaluado en el rango de edad (14 y 28 años) por el laboratorio de Economía de la Educación (LEE) una iniciativa de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

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Semejantes datos pintan una encrucijada sin salida para la juventud. ¿Qué hacer? ¿A qué dedicarse? ¿Estudiar o emprender? ¿Emplearse? ¿En qué? ¿Dónde buscar empleo? Todas son inquietudes a las que se enfrentan los jóvenes y a las cuales prácticamente ningún gobierno ha podido responder eficazmente.

Una de las salidas, en opinión de Vélez, es estudiar, pero no cualquier cosa. El presidente de Nubank tiene en cuenta el desarrollo de la sociedad actual y de la tecnología como mapa para hallarle una salida viable a los jóvenes. “Las oportunidades existen. En los próximos diez años vamos a ver una revolución histórica que va a cambiar las industrias en el mundo, incluyendo Colombia”, le dijo a Semana.

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“Esos cambios tan drásticos, ese remolino que se viene, crean desafíos y oportunidades. Hay que ser estratégico en el lugar en el que los jóvenes tienen que posicionarse en el lado del mercado de tecnología, computación, programación y ciencia de datos”, agregó el joven banquero en esa revista. “La cantidad de empresas desesperadas tratando de contratar gente y mano de obra en esta área es enorme”.

Vélez dice en el mismo medio que se calcula que hay “más o menos medio millón de programadores que faltan en Colombia, dada la demanda que existe. Entonces, si uno logra estudiar específicamente esas capacidades, en segundos encontrará un trabajo que paga dos, tres o cuatro veces más de lo que paga el mercado”.

Sin embargo, se sorprende y le parece extraño que “hasta ahora esto no se entiende”. Por eso, hace una comparación: “En Colombia se están formando y graduando diez veces más abogados que programadores. No tengo nada en contra de los abogados, necesitamos abogados, pero no diez veces más que los programadores, en medio de esta transformación digital tan abrumadora”.

“Tal vez, para esa gente que se está formando, el mensaje es que entiendan claramente lo que se viene en el país y se posicionen en ese lado de la escasez y no de la abundancia”, agrega en la publicación, destacando que “mucha gente habla del metaverso, sobre cómo será vivir en ese metaverso, y la verdad es que ya existe”.

Para subrayar su enfoque, lo pone en términos claros: “Si uno se pone a pensar en la cantidad de horas que pasa en el teléfono, ese es el metaverso. Ya vivimos en el metaverso, hablamos con gente con el metaverso, trabajamos en el metaverso, enviamos información, leemos y escribimos. Ya somos seres sorprendentemente biónicos, ese celular es hasta parte integrada de nuestro cuerpo y nuestra vida. Lo estamos viviendo en un mundo digital. La interfaz aún no es ideal, hay mucho por mejorar, pero ya existe”.

Para Vélez, quien no esté en lo digital, “cada vez más, es como si le faltara un brazo, una pierna o una parte del cerebro. Es tener poco acceso a una gran cantidad de información, de gente y hasta una oportunidad de trabajo”.