Después de que cerrara sus puertas temporalmente por la crisis económica y la falta de recursos para cubrir su nómina, el restaurante bogotano de más de 200 años anunció que la Escuela de Administración y el grupo Emprende de la institución educativa llevará a cabo varias estrategias con el fin de fortalecerlo y no dejarlo hundir en medio de la emergencia, indicó Semana.
Carlos Sabogal, dueño del emblemático establecimiento ubicado en el centro de Bogotá, le dijo a Pulzo hace unos días que aunque no sabe hasta cuándo irá el cierre del restaurante, no se puede acabar con un legado de dos siglos de tradición; sin embargo, ahora se las tendrá que ingeniar para resurgir por estos días de confinamiento y restricciones.




La nómina del lugar, según él, tenía un costo de 19 millones de pesos y se componía de 14 empleados que tuvieron que ser despedidos con el pago completo de mayo y la liquidación correspondiente a la fecha hasta la que trabajaron, todo esto luego de que la estrategia de domicilios fallara por la reducción de la calidad de los productos.
“Si yo compro 10 tamales y solo vendo uno en domicilio, al siguiente día voy a tratar de vender los nueve restantes, pero ya no van a estar frescos. El problema es que no los puedo botar a la basura porque no tengo dinero”, indicó Sabogal en una entrevista con la revista.
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