La compra fue realizada por la empresa Bussiness Tiger S.A.S, por el pago de 1.350 millones de pesos; no obstante, el medio estableció que actualmente el predio se encuentra en medio de una disputa legal entre la exesposa y la hija del empresario Luis Fernando Salazar, fallecido en 2009.

Antonieta Tamayo Carrillo reclama que como viuda del hombre tenía derecho tanto a Villa Fontana como a otro lote adjunto a esta. Asegura que convivió 24 años con el difunto, con quien se casó en Panamá; aparte afirma que a su espalda intentaron hacer una sucesión de los bienes de Salazar y también trataron de anular su matrimonio, sin conseguirlo por decisión de la Corte Suprema.

“En medio de la pelea, el lote pasó a manos de la Constructora Barcar y de un grupo de particulares, que pagaron 5.000 millones de pesos en 2012. Un año después, Barcar se liquidó y nació la Constructora Brych”, relata El Tiempo.

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Esa última empresa fue la que le vendió el lote a Falcao García, según sus voceros porque no estaban enterados del pleito detrás de este.

Un abogado de Tamayo, que asegura que los avalúos del lote valen más de lo que dicen las escrituras, señala que buscó al colega suyo, apoderado de Falcao. “Nos dijo que desconocía el caso y que eran compradores de buena fe”, aseguró.

Por su parte, la hija del difunto empresario señala a El Tiempo que Antonieta Tamayo miente:

“No solo ha mentido dentro del proceso, sino también al afirmar que estuvo acompañando al señor Salazar hasta su muerte”

Mientras la viuda afirma que hay planes para construir sobre Villa Fontana y sigue la disputa que según El Tiempo está en manos de la justicia, el asesor de Business Tiger, Leonardo Sanjuan, indicó al medio que el lote fue transferido en 2016 a una fiducia.

“Después de esta entrega no tenemos interés ni propiedad sobre el predio. Si hubiera tenido líos legales, no lo hubiéramos comprado no la fiducia lo hubiera recibido”, subraya.