Los ladrones, en cambio, usaron fotos de familiares de los trabajadores para obligarlos a abrir algunas vitrinas en las que se exhibían las joyas, indicó Noticias Caracol.

También utilizaron imágenes de las residencias de algunos empleados, y así se llevaron más de 500 millones de pesos en mercancía, según el noticiero, sin causar ningún alboroto.

“En el hecho no hubo uso de armas de fuego, parece que las personas fueron intimidadas con unas fotografías de familiares y de las residencias donde ellas habitan. Esto fue aprovechado por los delincuentes y procedieron posteriormente a cometer el hurto”, dijo el comandante de la Policía de Barranquilla, general Ricardo Alarcón.

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El uniformado agregó en el medio que los delincuentes se hicieron pasar por clientes y uno de ellos vestía como policía: no obstante, no utilizaba las botas que llevan los agentes, sino zapatos particulares.

El Heraldo señala que el centro comercial donde sucedió el robo, ubicado en el norte de Barranquilla, no se percató del asalto a la joyería, hasta que una empleada dio aviso a los encargados de la seguridad.

Cuatro de los delincuentes quedaron grabados en las cámaras del local, y ya se lograron identificar dos carros donde los delincuentes huyeron; de acuerdo con el diario costeño, uno de los vehículos es Chevrolet Spark GT, de color gris.