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Este artículo fue curado por Marizol Gómez   May 19, 2024 - 6:37 am
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La toxoplasmosis es causada por el parásito Toxoplasma gondii, que puede infectar a todos los animales de sangre caliente, incluidos los humanos. En mujeres embarazadas, puede ser peligrosa para sus bebés.

Aunque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, en algunos casos, especialmente en aquellos con sistemas inmunológicos debilitados, puede provocar enfermedades graves en los ojos y el cerebro.

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El Toxoplasma gondii puede afectar diferentes órganos, causando graves daños especialmente en los ojos al colonizar la retina. Allí, los bradizoitos enquistados, al romperse, provocan inflamación o retinitis, con síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolor corporal y cansancio. En los recién nacidos, el parásito puede causar hidrocefalia congénita, resultando en discapacidad mental o incluso la muerte.

Así que, en un ambicioso proyecto de colaboración científica internacional, el Grupo de Parasitología Molecular de la Universidad del Quindío ha logrado un notable avance en la lucha contra la toxoplasmosis humana. Han desarrollado una vacuna candidata innovadora utilizando nanopartículas de maltodextrina para transportar antígenos de Toxoplasma gondii.

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Esta vacuna, desarrollada por la empresa de biotecnología francesa Vaxinano, ha demostrado su eficacia en primates Saimiri (mono ardilla) en zoológicos de Francia y Brasil, evitando muertes por toxoplasmosis durante más de cinco años de seguimiento sin efectos colaterales.

Innovación: Nanopartículas de Maltodextrina

El grupo de investigación, liderado por el científico uniquindiano Jorge Enrique Gómez Marín, ha utilizado nanopartículas de maltodextrina, un tipo de azúcar usado en alimentos y bebidas para proporcionar energía rápida. Estas nanopartículas actúan como vehículos para transportar antígenos del parásito, protegiéndolos y mejorando su efectividad al llegar a las células del sistema inmunológico.

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Funcionamiento de la nueva vacuna

La vacuna experimental combina el extracto total del parásito con nanopartículas de maltodextrina (NP/TE). En estudios de laboratorio, los investigadores estimularon células sanguíneas humanas con esta combinación, observando una respuesta inmunológica significativa. Los linfocitos T, cruciales para combatir infecciones, produjeron altos niveles de interferón gamma (IFN-).

Los resultados fueron especialmente prometedores en personas con toxoplasmosis ocular, quienes mostraron una fuerte y específica respuesta de sus células T al ser estimuladas con la vacuna NP/TE, algo no observado con el extracto del parásito solo. Este descubrimiento ha destacado por su capacidad de potenciar la respuesta inmune en individuos previamente expuestos al parásito, demostrando una producción específica de IFN- en las células mononucleares de la sangre periférica. La vacuna NP/TE ha mostrado eficacia en diversos estados infecciosos, incluyendo casos asintomáticos y de toxoplasmosis ocular.

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Impacto y futuro de la investigación

Según el doctor Gómez Marín, el 6 % de la población quindiana tiene cicatrices en sus retinas, aproximadamente 34.000 personas, de las cuales 5.685 sufren ceguera. “Aquellos que tienen la cicatriz y aún no tienen ceguera son los que se busca evaluar con esta vacuna para evitar recaídas. Y en los casos más avanzados, prevenir inflamaciones dolorosas o la pérdida de visión en ambos ojos”, afirma el investigador uniquindiano, líder del grupo Gepamol de la UQ. “En el Quindío es donde más hemos estudiado, pero en otros estudios estimamos que dos millones de personas en Colombia requieren esta vacuna,” resaltó.

El estudio, financiado con una contribución de USD $32.000 de capital internacional, ha sido liderado por un equipo multidisciplinario compuesto por Laura García López, Alejandro Zamora Vélez, Mónica Vargas Montes, Juan Camilo Sánchez Arcila, François Fasquelle, Didier Betbeder y Jorge Enrique Gómez Marín. Publicado en la prestigiosa revista Life Science Alliance, ha capturado atención significativa con un puntaje de Altmetric de 5, ubicándose entre los artículos más visitados en el área de biología celular y molecular.

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Los investigadores esperan avanzar a ensayos clínicos en humanos para evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna a mayor escala. Si la vacuna supera con éxito los ensayos clínicos, podría prevenir infecciones por toxoplasmosis en mujeres embarazadas y sus bebés, proteger a personas inmunodeprimidas, tratar la toxoplasmosis ocular y prevenir la recurrencia de la enfermedad, reduciendo la carga global de esta devastadora enfermedad.

El Grupo de Parasitología Molecular de la Universidad del Quindío tiene una larga trayectoria en la investigación de la toxoplasmosis y ha colaborado con varias empresas nacionales e internacionales en el desarrollo de nuevas herramientas de diagnóstico y tratamiento.

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Este nuevo logro posiciona a la Uniquindío como líder en la investigación de la toxoplasmosis y abre nuevas posibilidades para prevenir y tratar esta enfermedad parasitaria. Ahora se requiere financiación para realizar estudios clínicos en humanos, permitiendo que esta vacuna no solo beneficie a los monos ardilla, sino también a muchas personas que esperan que los avances científicos mejoren su calidad de vida y eviten la pérdida de visión.

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