Esta es una pregunta que muchos dueños de mascotas se hacen cuando ven que su perro ladra, gruñe o muestra signos de agresividad hacia alguien que no le ha hecho nada malo.

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Los perros son animales sociales que se comunican principalmente a través del lenguaje corporal y los olores. Por eso, pueden percibir muchas cosas de las personas que los rodean, incluso si estas no les han hecho ningún daño.

A veces, los perros pueden mostrar una actitud hostil o de rechazo hacia ciertas personas, lo que puede sorprendernos o preocuparnos.

Por qué los perros odian a personas que no los han lastimado

Existen varias posibles explicaciones para este comportamiento, y ninguna es definitiva ni excluyente. Algunas de las más comunes son:

– El perro percibe una amenaza en la persona. Los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado, y pueden detectar olores que los humanos no podemos.

Así, pueden asociar el olor de una persona con una experiencia negativa previa, o con un peligro potencial. Por ejemplo, si el perro ha sido maltratado por alguien que usaba un perfume determinado, puede reaccionar mal ante cualquier persona que lleve ese perfume.

También puede ocurrir que el perro sienta celos o protección hacia su dueño, y vea a la persona como un intruso o un rival.

– El perro no está bien socializado. La socialización es el proceso por el cual el perro aprende a relacionarse con otros seres vivos, tanto de su especie como de otras.

Este proceso se da principalmente durante las primeras semanas y meses de vida del cachorro, y es fundamental para que el perro sea equilibrado y confiado.

Si el perro no ha tenido suficiente contacto con personas desconocidas durante esta etapa, puede desarrollar miedo o desconfianza hacia ellas, y manifestarlo con agresividad.

– El perro tiene un carácter dominante o territorial. Algunos perros tienen una personalidad más fuerte o independiente que otros, y pueden intentar imponerse sobre las personas que consideran inferiores o invasoras.

Esto puede deberse a factores genéticos, ambientales o educativos. Estos perros necesitan una guía firme y coherente por parte de su dueño, que les enseñe a respetar las normas y los límites.

– El perro está estresado o ansioso. Los perros son animales sensibles y emocionales, que pueden verse afectados por situaciones que alteren su rutina o su bienestar. El ruido, la falta de ejercicio, el aburrimiento, la soledad, el cambio de casa o de familia, la llegada de un nuevo miembro al hogar.
Todos estos factores pueden generar estrés o ansiedad en el perro, y hacer que se vuelva más irritable o nervioso. En estos casos, el perro puede reaccionar mal ante cualquier estímulo que le resulte extraño o molesto.

Como se puede ver, hay muchas razones por las que un perro puede odiar a una persona que no le ha hecho daño.

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Lo importante es identificar la causa del problema, y buscar una solución adecuada. Para ello, se recomienda consultar con un veterinario o un etólogo canino, que puedan evaluar el caso y ofrecer consejos profesionales.

También es fundamental educar al perro con paciencia y cariño, reforzando los comportamientos positivos y evitando los castigos físicos o verbales. Así se podrá mejorar la convivencia entre el perro y las personas, y evitar situaciones desagradables o peligrosas.