En la búsqueda de una vida equilibrada, tanto física como financiera, es esencial tomar decisiones inteligentes en las actividades diarias, incluyendo la forma en que se compran y se consumen los alimentos porque si las personas lo hacen conscientemente, mejorarán su salud y cuidarán sus ingresos.

¿Qué diferencia hay entre los alimentos envasados y frescos?

Los compradores deben tener en cuenta que los cambios radican principalmente en dos aspectos.

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1. Proceso de fabricación

Los primeros son sometidos a procesos industriales que implican cambios en su forma original, por lo que pueden incluir ingredientes artificiales, colorantes y saborizantes para mejorar su apariencia, sabor y durabilidad mientras que los frescos son aquellos que se encuentran en su estado natural y no han sido sometidos a una transformación significativa.

2. Contenido nutricional

A menudo, los procesados contienen cantidades elevadas de grasas saturadas, grasas trans, azúcares añadidos, sodio, calorías vacías y, además, tienen menos nutrientes esenciales porque suelen perderse o reducirse mientras son procesados.

Esto no ocurre con los otros, ya que al consumirlos se obtiene una amplia gama de nutrientes beneficiosos para la salud, lo que contribuye a una alimentación equilibrada y a mantener un sistema inmunológico fuerte porque tienen un menor contenido de aditivos y sustancias potencialmente dañinas.

¿Por qué es mejor comprar alimentos frescos?

Aquí podrá encontrar una serie de beneficios que obtienen los compradores cuando optan por este tipo de productos.

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1. Aunque puede parecer que estos tienen un costo inicial más alto que los productos procesados o enlatados, a largo plazo, pueden ser una opción más económica porque tienen una vida útil más corta y deben consumirse en un período determinado, así que evitan la acumulación de productos, reducen el desperdicio de comida y, por ende, el de dinero.

2. Las comidas procesadas a menudo contienen aditivos, conservantes y otros ingredientes artificiales que pueden ser perjudiciales para la salud y, de hecho, pueden llevar a problemas en el organismo que, a su vez, ocasionan gastos médicos adicionales. 

3. Cuando se compran productos frescos, se tiene la oportunidad de utilizar todas las partes comestibles de un producto, ya que, por ejemplo, los tallos y hojas de algunas verduras se pueden usar para hacer caldos o salteados.

Esta práctica no solo aporta variedad y sabor de las comidas, sino que también permite que se aproveche al máximo el dinero, evitando desechar partes comestibles y nutritivas de los alimentos.

4. Los compradores pueden elegir los alimentos de temporada, los cuales son más abundantes, lo que hace que su precio sea más bajo en comparación con otros, de esta forma podrá ahorrar dinero sin comprometer la calidad de sus comidas.

*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Bienestar, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.