No podemos desconocer los grandes riesgos que pueden correr nuestros gatos lejos de nuestra protección, como agresiones por parte de gente intolerante, accidentes como atropellamiento, que sean atacados por perros, en las hembras o machos no esterilizados agresiones al momento de la monta, camadas indeseadas que aumentan el número de animales en condición de calle, o que simplemente se pierdan, entre otras

Hemos crecido viendo películas americanas donde muestran a los gatitos saliendo y entrando de las casas por medio de unas pequeñas puertas que siempre están disponibles para ellos. Hemos escuchado también historias de gatos que salen por días y regresan a casa como si nada, algunas personas se han acostumbrado a eso y les parece normal que sus gatos salgan, incluso les parece cruel dejarlos encerrados todo el día mientras salen a trabajar.

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En realidad el gato no lleva mucho tiempo posicionado como el animal de compañía de elección, como si es el caso del perro, pero actualmente lo prefieren sobre éste por adecuarse más al estilo de vida de muchas personas; además tiene fama de solitario, independiente y no tan sociable. Sin embargo todas estas características pueden llegar a variar de acuerdo a varios factores genéticos y medioambientales, así como del desarrollo conductual en los primeros meses de vida. La verdad es que los gatos pueden ser tan cariñosos y sociables como jamás lo hubiéramos imaginado y les encanta acompañarnos.

Los gatos son animales curiosos y juguetones. La conducta de juego es indispensable para su desarrollo físico y comportamental y es muy importante tanto para su bienestar mental como para generar vínculo con sus humanos.

Así mismo su fama de dormilones no es en vano, pueden pasar hasta un 65% del tiempo durmiendo o en estado de somnolencia y es posible que un poco más cuando son bebés y cuando son adultos mayores. Diferente a lo que nos han vendido, los gatos no se comportan como animales realmente nocturnos, de hecho existen estudios que comprueban que duermen más de noche que de día. Eso significa que no necesitan salir de aventuras y menos de noche.

Los gatos que permanecen dentro de las casas, son menos susceptibles a sufrir enfermedades virales o parasitarias, también están mejor alimentados y son menos propensos a sufrir accidentes.

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Existen enfermedades propias de los gatos que pueden ser mortales y que pueden adquirir fácilmente en sus salidas sin supervisión fuera de casa. La peritonitis infecciosa felina, la leucemia viral felina y la inmunodeficiencia viral felina son infecciones virales que afectan gatos causando sintomatología que puede ser grave, incluso mortal.

El coronavirus es un virus ARN frecuente y altamente contagioso. Se puede presentar de dos maneras, generalmente con síntomas leves y de tipo gastrointestinal, pero se puede complicar ya que el virus tiene una capacidad de mutar a una forma mucho más grave conocida como peritonitis infecciosa felina o FIVP. La transmisión de este virus es oro-fecal, el virus es expulsado por las heces siendo este el principal vehículo de contagio.

El virus de inmunodeficiencia felina (VIF), es un Lentivirus similar al Virus de Inmunodeficiencia Humana (HIV), por esta razón, a la enfermedad se le conoce como SIDA felino. Vale la pena aclarar que no es una enfermedad que se pueda transmitir de los gatos a los humanos o de los humanos a los gatos, ya que es propia de cada especie, por lo cual no es una razón para abandonar a los animales infectados.

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El Virus de la Leucemia Felina (ViLeF), se clasifica taxonómicamente como un Gamaretrovirus. Tanto el VIF como el ViLeF tienen la capacidad de desarrollar procesos inmunosupresores y proliferativos, como por ejemplo linfomas, leucemias y sarcomas. En cuanto a la sintomatología, en los dos casos se encuentran signos clínicos sistémicos, enfermedades del sistema nervioso central, enfermedades en el ojo, enfermedades inflamatorias de la cavidad oral, así como incontables procesos patológicos secundarios asociados a patógenos oportunistas.

La transmisión de enfermedades entre gatos machos puede ocurrir por medio de mordedura entre ellos en peleas por territorio o apareamiento, lo que significa que si nuestro gato es agredido por otro gato infectado que defiende su territorio o que también quiere aparearse con una hembra podría resultar contagiado.