Por: Paula Alejandra Poveda Castillo

Amable Frómeta, el dueño y director de Billo’s Caracas Boys, ha traspasado fronteras y ha llevado a niveles insospechados el legado de su padre. Es un hombre que en un principio se muestra serio, pero con el paso del tiempo su semblante se torna risueño y jovial y permite que la confianza entre los dos vaya en aumento. Le hace todo el honor a su nombre, ya que desde el momento del primer contacto por llamada telefónica se mostró como una persona afable y cordial. En este punto, sería imposible negar que el destino o la casualidad hicieron que sus padres eligieran ese nombre como el suyo, pues, parece ser que su nombre es su principal virtud.

Su carácter, personalidad y temperamento, como él lo recuerda, se forjaron en medio de una familia unida, cuya cabeza principal era su padre. Tal vez, el recuerdo más especial de su infancia es el día en que por primera vez vio a su padre en una tarima tocando con la orquesta. Ese pequeño recuerdo lo marcaría hasta el día de hoy.

Durante el diálogo, sonríe al recordar momentos determinados de su vida. Sin embargo, sus ojos adquieren un brillo particular al hablar sobre su padre, Luis María Frómeta, mejor conocido como ‘Billo Frómeta’. Amable se refiere a él como su mejor amigo, mentor y compañero de vida. Se emociona al decir que fue quien le enseñó a ser constante, a respetar a su público y a sus compañeros de orquesta. No obstante, lo que más le agradece a su padre es haberle transmitido esa humildad con la que él vivió y que lo ha llevado hasta donde está.

La llegada a Billo’s fue, paradójicamente, “por casualidades de la vida, porque en un momento papá sufrió un infarto, yo viajé desde Estados Unidos a Venezuela, y desde ese momento me fui involucrando. Eso me llevó a estudiar música y a involucrarme poco a poco con la orquesta”. Su participación en la orquesta, “le permitió a papá retirarse y vivir sus últimos años como él lo quería. Nunca se retiró del todo, pero solo asistía a eventos puntuales”.

En el momento en que su padre se retiró, la responsabilidad quedó sobre su hijo, quien se dio a la tarea de renovar la orquesta, lo que asegura que le salió muy bien. Toda la transformación que hizo en Billo’s le permite aseverar que “la orquesta tiene tanto o más éxito que antes; eso sí, respetando a papá”.

En materia de experiencia con la orquesta, “para mí ha sido un honor, una gracia y una alegría poder continuar con el legado de papá y muy agradecido con Dios y con la vida por haber heredado no solo el nombre de papá sino un público hermoso”. En su voz se siente la alegría al hablar de su padre, “papá fue un tipo muy inteligente que sembró y ahora me toca a mí cosechar parte de todo ese éxito”.

Al referirse a Colombia, no lo puedo negar, me invade la emoción al saber que Amable tiene en tan buen concepto al país. Reside actualmente en Colombia, aunque como él dice, más bien se considera “hijo del mundo”, porque a pesar de tener su casa en Bogotá viaja constantemente a Estados Unidos y a otros países en medio de las giras que hace con la orquesta. Recuerda con una sonrisa una anécdota que pasó hace algunos días cuando se encontró con una novia que tuvo en sus primeros años de juventud. En algún momento, él le había dicho que si se tenía que ir de Venezuela, se vendría a Colombia. Ella, 30 años después, le recordó la promesa que había hecho y cómo la había cumplido.

En Colombia no solo está su casa, acá también nació uno de sus hijos, conoció a muchos de sus amigos y tiene gran cantidad de buenos recuerdos. “Yo conozco más a Colombia que muchos colombianos, conozco lugares que muchos colombianos ni sueñan que existen en su país”. Habla con mucho amor y respeto hacia los colombianos, pues resalta que no tiene “nada que criticar de Colombia y de los colombianos, yo lo único que he recibido ha sido cariño, aprecio, admiración, amistades y muchísimo apoyo”.

Este año, la orquesta volvió al Carnaval de Santa Cruz de Tenerife luego de 15 años de ausencia. Como bien recuerda Amable, la orquesta fue incluida en el libro de récord Guinness al amenizar un baile frente a 250.000 personas en este evento, entre los años 1987–1988. Sin embargo, en el Carnaval de este año “se acercaron a las 350.000 personas en la presentación. A mí me salían las lágrimas en la presentación, de ver el cariño, el amor y esa ansiedad con la que la gente pedía que llegara la Billo’s nuevamente allí”.

En este momento, Amable y la orquesta se encuentran en Madrid y a lo largo del año estarán en Barcelona, Alemania, Suiza, Suecia, México, Colombia, Italia, Portugal, Galicia y las Islas Canarias. Con este panorama, es imposible no preguntarse cómo una orquesta de música tropical ha conquistado tantos corazones y ha traspasado fronteras físicas y afectivas. “Fue un estilo que implantó papá y él mismo me lo comentaba: ‘Yo no sé si yo enseñe a bailar a la gente o la gente me enseñó a tocar a mí'”.

Para el hijo menor del ‘maestro Billo’, su padre llegó al medio musical en un muy buen momento: “Yo pienso que eso fue un matrimonio entre el público y papá con el sonido de la orquesta”. Su sonido característico y el amor por lo que hacen han convertido a Billo’s Caracas en una de las orquestas más importantes en Latinoamérica y ya están ad portas de su cumpleaños número 80 el 31 de agosto de este año. “El éxito de esta empresa es la continuidad. Con un golpe de suerte cualquiera llega a la cima, lo importante dentro de esto es mantenerse a pesar de altos y bajos”.

“Traspasé fronteras que, en su momento, papá no lo hizo al ser un hombre más conservador. En cambio, yo viaje mucho y conocí mucha gente”, de esta forma, con un tono bastante tranquilo, asegura que a pesar de tener sobre sus hombros el peso de un legado bastante largo, ha sabido sobrellevarlo y manejarlo adecuadamente. Como la mayoría de artistas, “por supuesto que siempre me dan nervios cada vez que salgo y me monto en una tarima, es impresionante. Yo estoy seguro que el día que yo deje de sentir esas mariposas en el estómago y ese nervio, hasta ese día estaré vivo”. Con estas palabras y la forma en que las dice, me queda claro que si algo tiene y siente Amable Frómeta es pasión por su orquesta y respeto por el público. Para el director de Billo’s “el artista que no siente nervios no se siente vivo. Cuando la gente aplaude y uno siente aceptación, sabe que tiene en las manos algo maravilloso que no vuelve a ocurrir”.

“Yo me siento muy feliz y muy afortunado de poder continuar el legado de papá, teniéndolo y llevándolo en alto; no solo viviendo del recuerdo sino rompiendo fronteras y tocando en países donde nunca lo habíamos hecho. Eso es una manera de rendirle tributo y de sentirme orgulloso por mis logros al frente de la orquesta”. En estas palabras, Amable demuestra el amor que le tiene a su padre y el cariño con el que trabaja día tras día para hacer que su trabajo sea aún mejor y hacer feliz al público.

La orquesta tiene aproximadamente 2.380 temas y de esos, para Amable es muy difícil escoger una canción en especial. Sin embargo, tiene dos que realmente representan algo muy importante para él y le marcaron la vida: primero, “papá le escribió a mamá una canción que se llama ‘Cuando estemos viejos’ que es una canción de novios”; la segunda canción es ‘Canto a Caracas’ “porque papá pidió que lo despidieran con esa canción y la sinfónica lo despidió así el día que falleció”.

“Yo llevo una vida muy feliz y muy llena de bonitos sentimientos, de alegría. Y gracias a esos buenos amigos que me dan el cariño que cualquier persona sueña. Yo realmente me siento un tipo pleno y un hombre feliz con lo que he logrado en la vida”. Al pronunciar estas palabras su voz se llena de sentimentalismo y la sonrisa en su cara no se hace esperar. Sus pensamientos se arremolinan y uno sale en voz alta: “¿Será que merezco todo esto?”. Esta pregunta que él se hace y la deja ir, me pone a pensar mucho, y llegó a la conclusión de que se merece eso y mucho más. Sus palabras, su carisma y la pasión por lo que hace me dejan claro que si la vida le ha sonreído es porque lo merece.

El equilibrio entre su vida personal y profesional se da porque “afortunadamente, yo puedo hacer lo que no pueden hacer muchos músicos: llevar a mi familia a mis viajes, no ha todos, pero si comparto muchísimos viajes con ellos. Esos pequeños momentos los disfrutamos al máximo”. Esto, le ha permitido fusionar su familia con la orquesta. Además, ha involucrado a su familia con Billo’s “porque el día de mañana a mí me encantaría que mis hijos continuaran con este legado. De hecho, ya estudian música y tienen grupo. Están involucrados con el negocio”.

“Yo le he enseñado a mis hijos que la vida está hecha de momentos, que la felicidad plena no existe. Los problemas pasan y lo único que no tiene solución es la muerte”. Esta frase me impactó mucho y creo que es muy cierta. Amable, aparte de ser director y dueño de Billo’s, lleva un poeta por dentro, no hay lugar a dudas. “Hay que vivir y vivir muy bien antes de morir, y a eso me dedico yo. Hacer lo que me gusta, vivir como me gusta y como quiero con la gente que quiero”.

Todas las mañanas, en el lugar donde esté lo impulsa a levantarse “las ganas de vivir, el agradecimiento con Dios y con la vida. La oportunidad de inventar algo nuevo y conseguirlo. La posibilidad de conocer a alguien chévere que sume y no que reste”. Su voz y sus gestos dan a entender que ama tanto vivir como tocar con la orquesta y la ilusión de conocer a buenas personas está viva todo el tiempo. “Me encanta la alegría, me encantan las sonrisas. Me molesta muchísimo la persona negativa o pesimista, no la soporto. El que esté a mi lado debe ser una persona alegre, feliz”.

Cambiamos de tema y llegamos a uno un poco triste. Su semblante cambia y su voz pierde parte de la alegría que transmitía. Sin embargo, pesan más los buenos recuerdos y su voz recupera su tono alegre, aunque con un tinte de melancolía. Hace poco murió Pastor López, y Amable recuerda: “Con Pastor me unió una gran amistad. Había una gran diferencia de edades, pero fuimos muy buenos amigos y nos entendimos muy bien musical y empresarialmente”. Recuerda con gran satisfacción los muchos conciertos que hicieron juntos y las veces que compartieron tarima. Lo recuerda como “un hombre de muchos cuentos, de mucha experiencia, de reírse muchísimo. De verdad, fue un personaje que a los que lo conocimos nos va a hacer muchísima falta porque es un hombre inolvidable. Para mí fue un amigo”.

Al hablar sobre Venezuela él prefiere no emitir juicios de valor con respecto a la situación en el país, decidió mantenerse al margen porque “uno como artista el peor error que puede cometer es hablar de política y meterse en la política”. No dice apoyar a una u otra parte, aunque aclara que “estoy muy triste por lo que está pasando en Venezuela. A mí me duele muchísimo ese pueblo que siempre nos ha apoyado, nos ha dado la alegría y la fuerza de seguir adelante”. Su voz y sus expresiones se tornan un poco lánguidas al hablar sobre su país, “vivo muy triste por ello. Pero, muy pronto volveremos a ser ese venezolano alegre y emprendedor que siempre hemos sido y que tuvimos que emigrar por unas condiciones desfavorables. Pero, yo estoy seguro que gran parte de los que han emigrado volverán a Venezuela”.

Para finalizar, le pregunto sobre proyectos que están en camino y que deben esperar todos los fanáticos de Billo’s Caracas Boys y él emocionado me cuenta: “Estamos en el proceso de grabación de la antología de la orquesta, una producción que va a estar compuesta de cuatro CD’s grabados en Colombia y Miami. Uno de esos discos es Billo’s le canta a Colombia con un invitado que no te puedo dar el nombre y que cantará temas de Colombia”. Cuando me dijo esto, confirmé lo que había pensado durante toda la entrevista: el cariño y aprecio que tiene él y su orquesta por Colombia es increíble y eso me enorgullece porque demuestra que los colombianos somos muy buenos anfitriones. Se sienten más colombianos que muchos de nosotros.

“También, vienen 2 CD’s recopilando, más o menos, una secuencia de lo que ha sido la orquesta, de los temas y los éxitos más sonados. Todo esto en el marco de los 80 años de la orquesta; vamos a hacer la gira con la orquesta a nivel mundial y vamos a visitar 32 países; y tenemos, por ahora, 8 conciertos sinfónicos. Colombia podría tener la mayor cantidad de ellos porque estamos negociando conciertos en Cali, Medellín y Bogotá”.

*Estas notas hacen parte de un acuerdo entre Pulzo y la Universidad de la Sabana para publicar los mejores contenidos de la facultad de Comunicación Social y Periodismo. La responsabilidad de los contenidos aquí publicados es exclusivamente de la Universidad de la Sabana.