Un grupo de astrónomos europeos encontraron un asteroide en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter. Este hallazgo fue posible gracias a las observaciones del Telescopio Espacial James Webb, que fue lanzado el 25 de diciembre de 2021.

Esta zona, que tiene una forma de anillo, es el “hogar” de la mayoría de los asteroides del sistema solar. Varios astrónomos han asegurado que este lugar son los restos de un planeta que se desintegró o, incluso, de uno que nunca se pudo formar.

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El cinturón en forma de anillo alberga a la mayoría de los asteroides del sistema solar. El cinturón de asteroides principal está muy alineado con el plano de la eclíptica, o el mismo plano que incluye la órbita de la Tierra alrededor del sol.

De acuerdo con un comunicado publicado por la NASA, este asteroide mide entre 100 a 200 metros de longitud, y a pesar de su gran tamaño, que es más o menos parecido al del Coliseo de Roma, “este es el objeto más pequeño observado hasta la fecha con ese telescopio”.

El asteroide fue descubierto por casualidad, por eso, advierte la agencia, se necesitarían de más observaciones para caracterizar mejor su naturaleza y propiedades. Este hallazgo se dio mientras el equipo calibraba el Instrumento Infrarrojo Medio (MIRI), que opera en longitudes de onda del infrarrojo medio.

Thomas Muller, astrónomo del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, en Alemania, y uno de los astrónomos que hizo parte del hallazgo, señala que “la increíble sensibilidad de Webb hizo posible ver este objeto de aproximadamente 100 metros a una distancia de más de 100 millones de kilómetros.

“Estas observaciones no se diseñaron para cazar nuevos asteroides; de hecho, se trataba de imágenes de calibración del asteroide del cinturón principal (10920) 1998 BC1, que astrónomos descubrieron en 1998″, añade el experto.

Estas observaciones se realizaron para probar el rendimiento de algunos de los filtros de MIRI, pero el equipo de calibración consideró que habían fracasado por razones técnicas debidas al brillo del objetivo y a un apuntamiento desviado del telescopio. Las imágenes fueron publicadas en la revista Astronomy and Astrophysics.

James Webb, que fue desarrollado por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la NASA, ha estado operando desde julio y es el telescopio espacial más poderoso jamás construido.