La técnica estuvo por encima de lo físico, siempre se dio un juego polémico por las decisiones arbitrales y la buena imagen que mostró Rusia como país organizador.

Con un promedio de edad de 25,5 años, el onceno galo se alzó con el trofeo ante más de 80.000 espectadores que se dieron cita en el estadio de Luzhniki, con figuras como Kylian Mbappé, Antoine Griezmann, Paul Pogba y en general todo el equipo, con una cuota representativa de jugadores de origen africano en su plantilla.

Las sorpresas fueron noticia durante todo el certamen mundialista, la pronta eliminación de la selección alemana, que buscaba defender el título conseguido en Brasil 2014, lo cual no estaba en los pronósticos de nadie. También hay que mencionar la decorosa participación de los belgas, que pasarán a la historia por eliminar a la siempre favorita Brasil, que junto a Argentina, demostraron que el fútbol suramericano está muy por debajo del nivel europeo, y que nuestras emocionantes eliminatorias no son más que una vaga ilusión cuando nos enfrentamos a la realidad.

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La FIFA se salió con la suya. El VAR, por más polémica que genera, es una herramienta que promueve equidad y transparencia para el juego limpio; quedó atrás el mito de que interrumpe la actividad con la pelota, y, sin lugar a duda, crea expectativa en el aficionado al momento de una decisión.

Ya es hora que nuestros dirigentes vayan definiendo para cuándo se va implementar el VAR en el torneo doméstico, para ver si nos vamos poniendo al día y podemos ser más competitivos en este lado del mundo, no es coincidencia que los últimos 4 ganadores de los mundiales sean europeos.

Debemos esperar cuatro años y medio para poder disfrutar de la mejor demostración de fútbol. Qatar 2022 será la próxima edición, mientras tanto esperemos el inicio de la liga el próximo fin de semana y pasemos rápidamente esta resaca.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.