En silencio, los gigantes del streaming (léase Disney) está presentando uno que otro partido exclusivo por su plataforma OTT. Por ahora, los usuarios no lo perciben tanto porque los encuentros que van sólo por streaming no sólo más llamativos.
Pero ¿qué pasa si en 2022 dejan en exclusiva por la plataforma de streaming unos cuartos de final de Champions League? ¿qué pasa si en 2022, ESPN no transmite un partido de cuartos de final de la Copa Libertadores? Es una posibilidad. Mejor, sólo son escenarios.
El tema es que el mercado por streaming en Latinoamérica no está funcionando tan bien como soñaron los grandes conglomerados. Definitivamente, somos un mercado muy complejo. No somos fáciles de descifrar. El número de suscriptores nuevos a las plataformas en Latam no crece al mismo ritmo que en USA o en Europa en su momento.
Ahí es cuando se complica el asunto. Porque gigantes como Disney han invertidos miles de millones de dólares para que sus streamings funcionen. Para que el retorno de inversión se vea más temprano que tarde. Por esto, una de las estrategias puede ser eso de encerrar el fútbol para que sólo los que tengan streaming puedan acceder a los mejores partidos.
¿Es un modelo nuevo? No. Para nada. Es el viejo modelo pague por ver. De hecho, lo vivimos en Colombia con Win Sports o en los Mundiales que cuando tenemos sí o sí que acceder a un operador particular para poder ver todos los partidos de la cita orbital. El problema es que los Disney quieren pan y pedazo.
El tema es que la televisión por suscripción todavía tiene su poder. Pongamos algunas cifras. Según la CRC, durante el primer semestre del año 2021 el servicio de televisión por suscripción registró ingresos por $1,7 billones, lo que evidencia un crecimiento de 4,9 % respecto al mismo periodo del año anterior.
Con corte a junio de 2021, se reportaron 6 millones de suscriptores al servicio, lo que representa una penetración de hogares del 35,8 %. Las ciudades con mayor número de suscriptores son Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla.
A nivel departamental, Antioquia tiene una penetración de hogares del 49,4 %, seguido por Valle del Cauca y Cundinamarca con 42,5 % y 35,1 % respectivamente, mientras que Bogotá, como distrito especial, registra una penetración del 51,8 % de hogares conectados al servicio de televisión por suscripción.
El escenario en el que los grandes del streaming encierren los mejores partidos para empujar a los usuarios a sus plataformas será el inicio de una guerra muy jodida. La televisión sigue siendo el medio preferido de los colombianos y en general de los latinoamericanos. Así que, la cruzada por tener más suscriptores no puede ser simplemente reencauchando el famoso pague por ver.
La televisión tiene un valor gigante: más de 6 millones de usuarios. No es poco. Claro, el futuro es el streaming. Pero se trata de tener una migración atractiva. Que los usuarios vean en las plataformas buenas opciones. No que se migren por obligación, porque esos usuarios se irán pronto.
Un gran saludo para todos los lectores de esta columna. Y un gran agradecimiento para todo el equipo de Pulzo. Que el 2022 sea lleno de algo que mucho nos hace falta: felicidad. Nos leemos en enero.
*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.
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