En esos días, cuando Fátima Muriel era supervisora de educación, iba de escuela en escuela reuniéndose con profesores, estudiantes y padres de familia en el departamento de Putumayo. Eran días de una de las épocas más dramáticas del conflicto armado: los primeros años de la década del 2000, cuando paramilitares, guerrillas y Ejército estaban en el pico de la guerra.

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“Empezaron a asesinar mucha gente, los hijos se quedaban solos. A las clases, si habían 30 niños matriculados, de repente un día solo llegaban 15; a los otros 15 resultaba que los habían reclutado. ¿Y quién lloraba a los hijos, quién iba a hablar con los comandantes para que se los devolvieran? Pues las mujeres. También asesinaron a muchas de ellas, y ahí fue cuando nos organizamos: teníamos que hacer algo”, cuenta Fátima, quien lidera desde hace 20 años la Alianza de Mujeres Tejedoras por la Vida, que en la actualidad aglomera a casi 2.000 mujeres de 65 organizaciones del Putumayo.

La alianza es una de las organizaciones de la sociedad civil que estarán a la cabeza de 11 nuevos proyectos lanzados por la Delegación de la Unión Europea en Colombia. Se trata de iniciativas que impulsan la protección de líderes sociales, Derechos Humanos, juventud, equidad de género, fortalecimiento del tejido social, promoción de políticas públicas y construcción de paz en 24 de los 32 departamentos del país. Los proyectos, que recibieron recursos por 12,7 millones de euros (más de 60.000 millones de pesos), involucran a 386 organizaciones, 248 defensores de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales, e impactan a más de 990.000 personas.

“La idea es contribuir a la gobernanza territorial, a un trabajo en red a lo largo del territorio, formando parte del tejido que localmente ayuda a transformarlo. Las organizaciones que más necesitan apoyo son las que trabajan en los entornos políticos y de seguridad más complejos, porque el trabajo que hacen es fundamental para cambiarlos y para mantener activa una visión del territorio en paz. Por ejemplo, de un Putumayo en paz donde un niño o niña pueda imaginarse un futuro que no sea la coca y no sea la violencia, o un Chocó donde los niños tengan un espacio libre de conflicto y pueden proyectarse en un futuro que no han podido tener por circunstancias del conflicto”, le dijo a Colombia+20 el embajador de la Unión Europea en Colombia, Guilles Bertrand.

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Uno de los proyectos, liderado por la Corporación Vínculos y la Pastoral Social del Suroriente, busca construir iniciativas de paz con jóvenes de Leticia, Villavicencio, Barranquilla y Buenaventura a través de acciones culturales, fomento de liderazgos y atención psicosocial.

“En Buenaventura nos llamó la atención que no había visión de futuro, los jóvenes sentían que no había nada para cambiar su destino, pero a través del trabajo que hemos hecho se han dado cuenta de que pueden influir en dinámicas locales y lograr futuros distintos”, cuenta Mariana Sáenz, integrante de Vínculos.

En el sur de Bolívar, una de las zonas más afectadas por la violencia, los cultivos de uso ilícito y la minería ilegal, la fundación Hogar Juvenil, el Movimiento por la Paz y la Fundación Forjando Futuros tienen la meta de robustecer el empoderamiento de las organizaciones sociales y su exigencia de derechos, acompañar la titulación de tierras de campesinos e incentivar la participación de los jóvenes en los procesos.

“Encontramos que en el territorio hay pocas oportunidades de estudio y empleo. Estamos trabajando en la recuperación del tejido productivo a través del apoyo a emprendimientos de jóvenes y agrocadenas de negocios. La apuesta es que los jóvenes generen incidencia, por eso también trabajamos con la política pública de juventudes”, explica la lideresa afro Mariscela Tejedor Reyes, de la fundación Hogar Juvenil.

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Uno de los componentes principales de las 11 iniciativas es el enfoque de género. “En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, queremos darles las gracias a las mujeres indígenas, afrocolombianas, jóvenes, lideresas, a las mujeres en espacios de poder, a todas las que han contribuido a la garantía de los derechos de las mujeres y a la lucha por la igualdad, la equidad y la contribución de las mujeres en la constricción de paz”, expresó Mariana Sáenz, vocera de las organizaciones de la sociedad civil.

Los 11 proyectos seleccionados, que se ejecutarán durante un periodo de tres a cinco años, tienen como foco la implementación de entornos protectores para población vulnerable y en riesgo de reclutamiento, el empoderamiento de jóvenes y mujeres en los territorios, el fortalecimiento y protección de las organizaciones de la sociedad civil, el desarrollo sostenible en las cuencas de ríos y la consolidación de la paz territorial.

Se trata de factores claves en la búsqueda de la paz total que tiene como bandera el Gobierno Petro. Como dijo el embajador Bertrand: “En Colombia siempre hemos trabajado muy bien en la apuesta de paz, en este triangulo entre la sociedad civil, el Estado y la comunidad internacional. Estos proyectos son una contribución en el sentido de que permiten alzar más la voz de las comunidades, líderes y lideresas y contribuye a un proceso más largo, que es el que el Gobierno está construyendo”.