El ministro de relaciones exteriores aseguró que hay un “enclave criminal” entre el régimen de Nicolás Maduro y los grupos armados colombianos dedicados al narcoterrorismo, que amenazan la democracia de la región.
Trujillo dijo que esto representa una nueva amenaza a la paz y la seguridad del continente porque un régimen dictatorial le otorga albergue y apoyo a la banda recientemente conformada por ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’, y que también anunció sus vínculos con el Eln.
Luego, hizo un recuento de pruebas de esa relación desde que en el 2002 se supo de la existencia de campamentos en el estado de Zulia, hasta la actualidad con los últimos acontecimientos.
Además, dijo que la caracterización de dichos vínculos es a partir del beneficio mutuo y la investigación de inteligencia ha detectado factores como:
– A esos grupos armados se les considera como instrumento para garantizar la continuidad del régimen.
– La relación nace de los réditos que les da las economías criminales.
– La manera como se desarrollan dichas actividades a raíz del establecimiento de relaciones personales.
En ese sentido, según el canciller, el régimen recibe respaldo político y control social en zonas de injerencia de los grupos y los grupos reciben protección, apoyo logístico, entrenamiento y armamento.
Además, detalló dónde están los asentamientos permanentes del Eln en Venezuela y los campamentos de cada frente de la guerrilla en los que se adelantan actividades criminales y tendientes al fortalecimiento armado.
Detalló también que la actividad del Eln se dinamiza en relación de tres niveles: estratégico (con los altos funcionarios del régimen), operacional (con las fuerzas e instituciones de seguridad) y táctico (su relacionamiento con los colectivos y milicias con las que también controlan pasos fronterizos).

Trujillo señaló que a nivel estratégico, el líder nacional de los colectivos ejerce como enlace entre el régimen y el Eln; en el área operacional están las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, la Inteligencia Militar y la Fuerza Bolivariana de Liberación; mientras que en lo táctico han logrado acciones como:
– Apoyo al régimen de Maduro: evitaron la entrada de la ayuda humanitaria el 23 de febrero.
– Ayuda financiera: el frente ‘Efraín Pabón’ (Eln) patrocina a un colectivo en la frontera.
– Participación en economías criminales: controlan y cobran por transitar los pasos ilegales.
– Soporte logístico: ‘Antonio García’, que se encuentra en Cuba e hizo parte del equipo negociador del Eln, se comprometió a entregar vehículos y radios.
Por otro lado, está la presencia de las disidencias y los Grupos Armados Organizados (GAO) Residuales en Venezuela, que mantienen vínculos con las autoridades venezolanas de tipo local y regional y es el factor común para que esa relación se haya mantenido a lo largo de dos décadas.
Estas organizaciones delincuenciales, según Trujillo, ejecutan actividades logísticas, económicas y de control social, entrenan milicias y controlan algunos pasos fronterizos. Por eso, mostró un mapa en el que se ve la ubicación del arco minero y hasta la posibilidad de tener hasta pistas clandestinas de aterrizaje.

Esta es la ubicación más clara de varios frentes de las disidencias:

El canciller indicó que ‘Iván Márquez’ adelantó reuniones con las “facciones del régimen venezolano”, incluso con la intención de recuperar bienes de Farc en Venezuela. Además, señaló a ‘Rodrigo Granda’ de hacer presencia en esas reuniones, pese a que él todavía está vinculado al proceso de paz y hace parte de la dirección del partido Farc.
Por último, el ministro dijo ante sus colegas de la OEA que el régimen de Maduro también usa a estos grupos como un escudo en la frontera ante una eventual intervención extranjera y por eso esa relación de cooperación es la “mayor amenaza para la estabilidad democrática y seguridad de la región.
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