Los sobrevivientes que hasta ahora han dado sus declaraciones a medios de comunicación coinciden en algo: no saben quién los llevó. Terminaron montados en el vehículo de placas USA 251, afiliado a la Cooperativa Cootrans Especiales del Oriente, que se estrelló a 10 kilómetros de Quito, pero no saben quién los llevó.

Por ejemplo, María Cristina Tavárez, familiar de Jazmín Montoya, una de las sobrevivientes, dijo en La FM que el paseo lo había organizado una campaña política como parte de un premio.

Pero ante la pregunta de quién organizó, respondió: “No, la verdad, a mi amiga ya le habían dicho del viaje, pero la verdad desconozco la persona que organizaba esto. No sé el nombre ni nada”.

El director de la emisora, Luis Carlos Vélez, le preguntó si las personas que iban en el viaje tenían algo en común, como un mismo candidato. “No, no. En un principio cuando la votación, ni siquiera más de una de ellas no iba, no estaba en la lista. Simplemente eran los que quisieran apoyar. Eso fue por los días de las votaciones, en el mes de marzo (primera vuelta)”, respondió la mujer.

A Denis Bueno, esposa de uno de los dos conductores del bus, Crisitan Andrés Parra Silva, ambos sobrevivientes de la tragedia, Vélez también le preguntó si sabía quién había organizado el paseo. Ella respondió: “No me acuerdo del nombre”.

Y una tercera sobreviviente de nombre Marta Isabel González, señalada por otros entrevistados se organizar el viaje, respondió tajantemente que no.

“¿Quién organizó este viaje?”, preguntó Vélez.

“Fuimos invitados, y teníamos cada uno su pasaje”, fue la respuesta de la mujer.

“¿Quién los invitó?”, insistió el periodista.

“Una amiga”, dijo Marta Isabel.

“¿Recuerda usted su nombre?”, volvió a preguntar Vélez.

“Ay, es que en este momentico estoy tan adolorida que, de verdad… En otra ocasión de pronto podría hablar mucho mejor”, dijo la mujer.

Pero Vélez logró un poco más de información, porque Marta Isabel le dijo: “Lo que pasa es que a mí mi amiga me invitó y me dijo que le ayudara a invitar a otras personas, pero que yo lo organizara, no”.

“¿Usted a cuánta gente invitó?, volvió a interrogar Vélez.

“Mira, me dice la enfermera que si puede llamar luego, que es que ella tiene que trabajar… Y es que mis manos no… Ay me duele mucho… No, no puedo coger el celular”, respondió la entrevistada.

“Por lo menos denos el nombre de la persona que la invitó a usted al viaje”, fue una de las últimas preguntas de Vélez.

“Eh… Claudia”, dijo la mujer.

“¿Recuerda usted el apellido?

“No”.

“¿Le suena Claudia Jimena Orozco Córdova?”.

“Sí”.

Esta misma sobreviviente insistió en Blu Radio que una amiga le pidió el favor de “conseguir personas para viajar”. “Yo lo que hice fue invitar a una amiga, esa invitó a otra, y así…, pero no organicé nada, no tengo nada que ver”.

“¿Quién es su amiga y por qué quería organizar esa excursión?”, le preguntaron en esta emisora.

“Eh… Claudia”.

“¿Pero, por qué gratis la excursión? ¿A cambio de qué? ¿Ustedes nunca preguntaron por qué los iban a llevar sin ningún costo hasta Perú?”, interrogaron en esta emisora.

“Este paseo era para salir en abril, pero metieron el carro a mantenimiento, no sé qué cosas, y entonces apenas salió para esta fecha. Y se suponía que eso era por campaña política, algo así”, respondió.

“¿Ustedes pagaron por el viaje?”, interrogó Blu Radio.

“No”.

“¿Supieron quién pagó el viaje?”, insistió.

“No”.