Coronell recoge dos trabajos periodísticos, uno de Juan Pablo Barrientos, de W Radio, y otro de la unidad investigativa de El Tiempo, para asegurar que “mientras monseñor Tobón celebra la benévola acogida” que le dieron, por sus oficios, en la diócesis de Brooklyn (Estados Unidos) al sacerdote Roberto Antonio Cadavid Arroyave, “los niños que sufrieron sus abusos no han encontrado justicia”.

El caso de Cadavid Arroyave, recuerda Coronell, está incluido en la investigación de Barrientos ‘Dejad que los niños vengan a mí’, que documenta varias conductas de pederastia de sacerdotes.

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Cadavid Arroyave —recoge Coronell— “ha sido objeto de numerosas denuncias por abuso sexual de menores, durante su desempeño como sacerdote, capellán y rector de colegios parroquiales en Antioquia”.

El columnista también reproduce un testimonio de una víctima de Cadavid Arroyave, logrado por el periódico capitalino: “Yo era el monaguillo de la parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en Bello, Antioquia, y el padre Roberto Cadavid era el rector del colegio y párroco de la iglesia. Él sabía de la mala situación de mi familia y me dijo que sirviera de mesero en la celebración del Día del Profesor. Se terminó muy tarde y me dijo que me quedara: esa noche abusó de mí”.

Con todo y las denuncias contra Cadavid Arroyave, este cura salió del país y ejerce el sacerdocio en Brooklyn. Pero, ¿cómo lo hizo? Acá es donde aparece la figura del arzobispo de Medellín, monseñor Tobón Restrepo.

De acuerdo con Coronell, el periodista Barrientos entrevistó a monseñor Tobón Restrepo en marzo pasado y le preguntó cómo había hecho el sacerdote Cadavid Arroyave para llegar a Estados Unidos. “No sé, porque él está desvinculado de la arquidiócesis”, respondió el prelado, y también le negó al comunicador haber autorizado el traslado de Cadavid Arroyave y afirmó desconocer que está en la arquidiócesis de Brooklyn.

Pero, según Coronell, esa misma arquidiócesis le entregó hace pocos días a Barrientos dos textos firmados por monseñor Tobón Restrepo: el primero es una carta de 2012 en la que presenta a Cadavid Arroyave ante el obispo de Brooklyn, Nicholas Anthony Dimarzio, y le da licencia al cura acusado para que ejerza allá; y el segundo, de 2015, es otro documento de Tobón Restrepo a Dimarzio en el que autoriza la extensión de la visa de Estados Unidos a Cadavid Arroyave.