La Diaethria clymena es una mariposa que sorprende mucho a quienes la ven por primera vez, pues en sus alas tiene patrones que dejan ver, de manera muy bien definida, el número 88 y en algunos ejemplares, el 89, razón por la que de inmediato los ciudadanos piensan que es el número de la suerte para el chance.

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Pero la realidad es que es un insecto más común de lo que la mayoría de las personas piensan y, por ejemplo, en Quindío tiene una amplia distribución, encontrándose fácilmente en las riberas de los ríos o cerca de fuentes hídricas, en municipios bajos como La Tebaida, Montenegro, Quimbaya, pero también en algunos situados más hacia la cordillera como Filandia, Salento, Córdoba, entre otros.

Es así como este animal se ha adaptado a vivir en zonas que están entre 0 y más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Así mismo, se conoce que prefieren las selvas húmedas y bosques de niebla, donde crecen las plantas Trema y Theobroma, de las que se alimentan sus larvas.

Debido sus líneas, esta mariposa también es conocida como Cramer 88 o simplemente como la mariposa 88, pero curiosamente cuando tiene sus alas desplegadas, parece una especie completamente diferente, pues en la parte superior es color negro con una banda azul en cada ala.

Aunque ambos sexos se sienten atraídos por la fruta podrida, los machos son fáciles de encontrar en la arena y también absorben minerales disueltos en suelos húmedos, superficies de carreteras y paredes rocosas. Son mariposas muy activas, que si se molestan desaparecen de inmediato. Rara vez se quedan más de unos pocos segundos en un sitio, pero volverán repetidamente al mismo lugar.

 

 Otras características 

 

Las larvas son de color verde, con una textura ligeramente rugosa y llevan un par de segmentos cortos y puntiagudos en la parte anal. La cabeza lleva un par de espinas espirales muy largas.

Las mariposas generalmente descansan en la superficie superior de una hoja, con los segmentos torácicos elevados y la cabeza mirando hacia el sustrato, haciendo que las espinas sobresalgan hacia arriba. Si son acosados, se contraen violentamente, moviendo sus cabezas defensivamente de un lado a otro para asustar a los depredadores o parasitoides.

 

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Cuando no se alimentan, los machos se posan en la superficie superior de las hojas a una altura de aproximadamente 2 a 3 metros, esperando aparearse con las hembras. También suelen estar boca abajo sobre paredes o troncos de árboles.