“Nosotros no podíamos porque no teníamos computadora ni Internet. Hasta hoy, no sé cómo es una clase virtual”, dijo Valerie, de 12 años, a Noticias RCN.
De acuerdo con ese informativo, antes de que comenzara la pandemia los hermanos eran considerados buenos estudiantes, nunca habían tenido problemas con el aprendizaje, pero durante todo este año les tocó estudiar con fotocopias.
Incluso, detalla el noticiero, las fotocopias que les hacían llegar estaban borrosas y debían compartir una pequeña mesa en su casa para poder aprender algo de las lecciones.
“Teníamos ganas de llorar porque nunca habíamos perdido el año, yo nunca antes perdí el año y ninguna materia, ni en transición ni en primero ni en segundo”, recalcó por su parte William.
El caso llegó hasta la Secretaría de Educación de Bogotá, donde Mauricio Castillo, el subsecretario, dijo a Noticias RCN que los procesos de evaluación debían tener en cuenta las condiciones en las que los estudiantes estaban pasando la pandemia del coronavirus.
“Se les ha recomendado a las instituciones educativas, a través de la circular 25 que este es un proceso que se tiene que retomar con mucho cuidado: la reprobación, la repitencia, son temas muy álgidos que hay que entender en el proceso educativo”, indicó Castillo en el mismo informativo.
Para Carlos Ballesteros, presidente de la Confederación Nacional de Padres, el caso de los hermanos Valerie y William no es aislado y un 10 % de los estudiantes en Colombia (aproximadamente un millón de alumnos) de prescolar a 11 perderán el año por las condiciones en las que estuvieron por el COVID-19.
Los principales retos para los jóvenes fueron la escasez en equipos informáticos y la mala conectividad, maestros sin las herramientas necesarias e inflexibilidad del modelo sin reglas claras, finalizó Ballesteros en RCN.
LO ÚLTIMO