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El exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, más conocido como Macaco, se jugará su ingreso a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como tercero civil, en una audiencia convocada por la justicia transicional. La diligencia judicial se desarrollará el próximo 8 y 9 de noviembre.
En esta audiencia se espera, según la JEP, que Macaco entregué información sobre los delitos que cometió como tercero financiador de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y de aquellos en los que como comandante de ese grupo armado se alió con las fuerzas militares.
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El anuncio de citarlo a esta diligencia se conoce horas después de que el exjefe paramilitar entregara una declaración extrajudicial organizada por la Cancillería, en la que dijo que le contara a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) detalles sobre como las AUC permearon institucionales estatales y sobre un supuesto plan para que Gustavo Petro no fuera presidente.
En específico macaco dijo que contará cómo se dio la presunta infiltración de las AUC en Ecopetrol y cómo se desangraron las finanzas de la empresa estatal “con los apoyos políticos”. Dijo, además, que revelará como las AUC infiltraron y corrompieron a algunos magistrados de las altas cortes para diferentes temas como la elección y reelección presidencial, la elección del fiscal general, senadores, representantes a la Cámara, alcaldes y gobernadores.
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En su declaración, dijo que también se referirá a un supuesto apoyo del exmagistrado Leonidas Bustos con el exfiscal Néstor Humberto Martínez con la “intención de deslegitimar a Gustavo Petro para que no llegara a la presidencia”, y agregó que también dirá cómo fue su actuar como tercero financiador de los grupos autodefensas.
Macaco fue el comandante del Bloque Central Bolívar, el cual hizo presencia en Barrancabermeja, el sur de Bolívar, el Magdalena Medio y el Bajo Cauca antioqueño. Su poder creció tanto en las autodefensas que, a finales de 2001, Carlos Castaño cedió su poder y él se convirtió en su único líder. En 2003 se abrió paso en el proceso de paz entre el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y las autodefensas y asumió un papel de negociador, pero dos años después decidió desmovilizarse. Luego fue capturado y en 2008 extraditado a Estados Unidos, país donde fue condenado a 33 años, de los cuales solo pagó ocho por la colaboración que entregó a las autoridades. En 2019 regresó al país, donde fue capturado para que responda por los delitos que tiene pendientes en Colombia.
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Ya estando en Colombia, Macaco mostró su interés de entrar a la JEP, pero su sometimiento estuvo en discusión luego que El Espectador revelara el pasado 17 de mayo un informe de inteligencia que señalaba su supuesto regreso al crimen organizado.
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