Escrito por:  Redacción Nación
Jul 23, 2024 - 1:10 pm

Después de haber salido del Gobierno del presidente Gustavo Petro por el escándalo de los audios en los que insulta a Laura Sarabia y arroja serias dudas sobre la financiación de la campaña presidencial en la Costa, el político de esa región Armando Benedetti fue reencauchado en la burocracia estatal y recibió el cargo de embajador de Colombia ante la FAO, en Roma. El cambio y la lejanía, sin embargo, no lograron que al funcionario lo dejaran de perseguir los escándalos por maltrato a las mujeres.

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Ahora, está envuelto en una presunta agresión a su esposa, Adelina Guerrero, en España, que fue atendida por la policía de ese país. “Lo que se ha dicho sobre una supuesta agresión NO es cierto y NO se ajusta al hecho en España”, escribió Benedetti en la red social X. “La verdad se demostrará en el tribunal español. En este momento me encuentro en medio de un proceso de divorcio que responde a la esfera privada y familiar y, por el bien de mis hijos, seré prudente”.

Ante el hecho, la oposición pide explicaciones, la Cancillería dijo que investiga, y los detractores del presidente Petro aprovechan para sacar a la luz pública lo que les cuesta Benedetti a los colombianos. Un funcionario en entredicho, problemático, siempre les resultará una carga onerosa a los contribuyentes.

Además, hay muchos ojos puestos en ese cargo, pues no existía y fue creado en el Gobierno de Gustavo Petro, prácticamente a la medida de Benedetti, que ha amenazado con hablar sobre cómo llegaron más de 15.000 millones de pesos a la campaña del hoy jefe de Estado en la Costa.

Ese es el caso del concejal de Bogotá Daniel Briceño, que publicó en X los gastos anuales fijos de funcionamiento solo en la residencia del embajador Benedetti, que tomó posesión como representante permanente de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Roma, 8 de febrero pasado.

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Según el documento difundido por Briceño, el primero de los gastos contemplados es el de jardinero, que tiene un costo anual de 27 millones de pesos. Le sigue el conductor de Benedetti (64’800.000 pesos), el aseo (135 millones de pesos) y el arrendamiento (810 millones de pesos).

En cuanto a servicios públicos, el presupuesto establece 37’800.000 pesos por telefonía e internet, 28’800.000 pesos por recolección de basuras, 6’480.000 pesos por alcantarillado, 19’395.000 pesos por gas y 27 millones de pesos por energía.

Pero lo que llama la atención es el rubro de vehículo para la movilidad del embajador Benedetti: un Mercedes Benz que cuesta 360 millones de pesos al año, y el combustible por 27 millones de pesos anuales. En total, la proyección anual de gastos de esa embajada es de más de 1.597 millones de pesos.

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