El papa acababa de llegar en su papamóvil al Estadio deportivo de Zayed para cerrar con broche de oro su histórica visita a la península arábiga, donde buscó tender puentes con el islam.

De un momento a otro, una pequeña niña irrumpió de la multitud, burló la seguridad y cuando ya estaba muy cerca de Francisco, un hombre de túnica blanca la detuvo. Sin embargo, el papa se percató de lo que pasaba y pidió al conductor que frenara para que el hombre de seguridad le acercara a la niña. Le recibió la carta, le dio la bendición y, luego, le acarició la cabeza.

La pequeña, conmovida por su encuentro con el sumo pontífice, regresó llorando de felicidad ante su madre y con la satisfacción de haber logrado su cometido.

La prensa local se encargó de buscar a esta pequeña, y según el diario Gulf News, la menor es colombiana, se llama Gabriela y tiene 6 años.

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La versión de que Gabriela había viajado con su familia a Abu Dabi exclusivamente para ver al papa es falsa, pues de acuerdo con este medio, Gabriela vive en Dubái desde hace un año, aproximadamente, con su mamá.

En una entrevista radial, citada por Gulf News, la madre de Gabriela explicó que lo único que quería su hija es que el papa lea la carta que escribió con sus propias manos.

Horas después, cuando el pontífice argentino ya estaba a bordo del su avión de vuelta a Roma, la periodista del diario The National, Sofía Barbarani, le preguntó que si ya había leído la carta de Gabriela, a lo que este respondió:

“No todavía… pero es una niña valiente. Tiene futuro, ¿eh?, tiene futuro…, y me atrevería a decir: ¡pobre marido…! Tiene futuro, es valiente, ¡me ha gustado! Hace falta mucha valentía para hacer lo que hizo. Luego, otra (niña) la siguió, eran dos… Vio a la primera y se llenó de valentía”, exclamó el papa.

AFP