Durante días, Trump ha insistido en que el consumo de hidroxicloroquina, una sustancia que no está lo suficientemente probada y de la cual no hay evidencia científica para tratar pacientes con COVID-19.

En la rueda de prensa del domingo 5 de abril el presidente volvió a insistir en que los estadounidenses debería probar con ese medicamento mientras decía: “¿Qué tienen que perder?”, reporta The New York Times, que dice que Trump añadió que si no funcionaba estaría bien, pero también se aventuró a decir: “¿Qué tal que sí funcione?”.

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Lo que desconoce Trump es que los efectos colaterales de esta sustancia pueden ser contraproducentes, como lo indica el portal de investigación médica Infosida: “Dos de cada 10 personas que recibieron una combinación de vorinostat, hidroxicloroquina y maraviroc presentaron efectos secundarios graves”.

Y continúa: “Uno de esos participantes abandonó el estudio por causa de afecciones renales y bajas concentraciones de plaquetas (un tipo de glóbulo sanguíneo) causadas por el tratamiento. El otro participante tuvo diarrea, que pudo haber sido causada por intoxicación por alimentos”.

Así las cosas, cuando en la rueda de prensa en la Casa Blanca un periodista de CNN le hizo la pregunta al infectólogo asesor de Trump Anthony Fauci sobre la efectividad de la mencionada droga, Trump no dejó hablar al experto y él mismo respondió con que sí se debería intentar, al tiempo que regañó al comunicador: “Usted ya le hizo esa pregunta 15 veces al doctor Fauci”, dijo Trump, visiblemente molesto.

El periodista, a su vez, le recordó a Trump que el doctor Fauci es el asesor médico, mientras Fauci se notaba visiblemente incómodo con la situación.

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Por su parte, CNN informa que el día anterior, Trump había defendido el uso de esa sustancia justificando sus palabras con estos argumentos: “Hay un rumor” y “Hay un estudio allá afuera…”.

Otro de los argumentos de Trump para sostener esta información sin pruebas, como lo muestra el siguiente video, es que él no quiere esperar uno o dos años a que haya una vacuna, sino que su intención es “salvar vidas”.

Esta es la secuencia, en la que también calla a su asesor, que sí tiene credibilidad y quien siempre ha dicho que no existen pruebas clínicas suficientes para asegurar que la hidroxicloroquina sea efectiva para prevenir y tratar el coronavirus.