Las sequías en el segundo país más vulnerable al cambio climático siguen cobrando la vida de miles de personas. Se trata de Somalia, ubicado en el oriente de África, que en 2022 tuvo 43.000 “muertes en exceso”, de acuerdo con un informe de London School of Hygiene and Tropical Medicina (LSHTM), Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS). El estudio afirma que más de la mitad de las víctimas (21.800) fueron niños y niñas menores de cinco años.

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Un pronóstico de enero a junio de 2023 estima que al día podrían morir 135 personas debido a la crisis, con un total de muertes proyectadas entre 18.100 y 34.200 durante este período. Las zonas donde las tasas de mortalidad son más altas se encuentran en las regiones del centro-sur de Somalia, incluidas Bay, Bakool y Banadir.

Este país africano sufre una prolongada sequía desde enero de 2021, que además ha provocado que cerca la mitad de su población padezcan hambre severa. De acuerdo con el informe, la sequía es el resultado de seis temporadas de lluvia fallidas consecutivas, lo que coincide con el rápido aumento de los precios mundiales de los alimentos, la intensificación de la inseguridad en algunas regiones y las consecuencias socioeconómicas de la pandemia del covid-19.

“La situación se ha exacerbado por el clima extremo, causado por el cambio climático, inestabilidad política, tensiones étnicas e inseguridad, que continúan empeorando la salud pública y la nutrición”, indica el documento.

Este panorama ha generado el desplazamiento de más de un millón de personas, y de otras 400.000, aproximadamente, quienes han salido por la inseguridad y los conflictos que se viven en Somalia.

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“Seguimos preocupados por el nivel y la escala del impacto en la salud pública de esta crisis alimentaria cada vez más profunda y prolongada en Somalia. Al mismo tiempo, somos optimistas de que si podemos mantener nuestras acciones de salud y nutrición en curso y ampliadas, y la respuesta humanitaria para salvar vidas y proteger la salud de nuestros vulnerables, podemos hacer retroceder el riesgo de hambruna para siempre”, dijo El ministro de salud de Somalia, el Dr. Ali Hadji Adam Abubakar.