En tres días, una medida que prohíbe los platos, vasos, envases, empaques y cubiertos de un solo uso en restaurantes de comida rápida en Francia entrará en vigor. La medida se publicó inicialmente en 2020, pero se dio hasta el 2023 como plazo para que los restaurantes se pudieran preparar.
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Esta regla aplicará para todos los restaurantes con más de 20 puestos, incluyendo los comedores de empresas, las cadenas de panaderías y los establecimientos de comida rápida y sushi. Los establecimientos tendrán que ofrecer vasos, platos, fuentes y cubiertos reutilizables y lavables a los clientes que coman en su interior.
“Es una medida emblemática que, si se aplica correctamente, marcará una diferencia muy concreta para la gente: sin duda va en la buena dirección”, declaró France 24 Moira Tourneur, de la organización sin ánimo de lucro Zero Waste France.
La transformación para los restaurantes ha sido grande. Como contó una portavoz a la AFP, una famosa cadena de sándwiches se dio cuenta de que debían organizar un “esfuerzo de concienciación pública” con los operadores de franquicias, tras varios meses de pruebas. Este esfuerzo, por ejemplo, consistiría en incluir nuevos carteles para informar a los clientes de que reutilizaran la vajilla.
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Hoy en día, los restaurantes de comida rápida funcionan, casi exclusivamente, con plásticos de un solo uso, que los mismos clientes botan a la basura una vez terminan con su comida. Por esto, se estima que los residuos en envases y vajillas desechables es de 180.000 toneladas al año.
Algunos puntos de venta harán la transición hacia elementos de cerámica, cristal y porcelana, mientras que otros se enfocarán en utilizar plástico duro, reutilizable. Zero Waste France y otras ONGs indicaron que presionarán al gobierno para que compruebe si los restaurantes de comida rápida respetan la ley y, en caso necesario, imponga multas, y también, para que se estudien alternativas de distintos materiales para los nuevos utensilios.
Cuatro grupos ecologistas franceses, entre ellos Surfrider y No Plastic In My Sea, publicaron una carta en la que instan a los ciudadanos a monitorear el cumplimiento de los restaurantes.
“Hacemos un llamado a los consumidores a extremar la vigilancia y a sancionar a las marcas que no cumplan con la ley, no yendo más allá, al menos por el tiempo de cumplimiento. Finalmente, pedimos al gobierno, y en particular a Christophe Béchu, Ministro para la Transición Ecológica y la Cohesión Territorial, que ponga todas las condiciones para asegurar el correcto despliegue de esta medida. Esto requiere campañas de sensibilización dirigidas a consumidores y profesionales, pero también, y sobre todo, a través de estrictas medidas de control. Dado que las sanciones están previstas en el marco normativo, será necesario asegurarse de que puedan aplicarse en caso de incumplimiento”, escribieron en la carta.