Desde el 7 de julio pasado, cuando lo diagnosticaron con coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro prometió que se haría una prueba a la semana siguiente, pues quería regresar lo antes posible a sus funciones.
Para tristeza del mandatario, que se burlaba del virus y lo minimizaba, la segunda prueba salió positiva; en ese momento, dijo que se haría una tercera prueba y esa es la que este martes acaba de dar positivo por COVID-19, publica el portal argentino Infobae.
El medio informa que el mandatario lleva su cuarentena en el Palacio de la Alvorada, residencia del presidente.
El domingo pasado, como lo informó la agencia AFP, cientos de simpatizantes de Bolsonaro se reunieron en Brasilia para manifestarle su apoyo, esperando su pronta recuperación.
Ataviados con los colores de la bandera de Brasil, los manifestantes desfilaron por la Explanada de los Ministerios, en el corazón de la capital, portando símbolos patrióticos, cruces e imágenes del presidente, que aparenta estar en buen estado de salud, reposando en la residencia oficial.
“Si Dios quiere será negativo”, declaró el presidente, separado de sus seguidores por un pequeño canal de agua de unos 3 metros de ancho y acompañado por unas pocas personas entre quienes estaba el senador Flavio Bolsonaro, el mayor de sus tres hijos que actúan en política, informó la agencia Efe.
El presidente de Brasil Bolsonaro mantiene un buen ánimo y dice que los síntomas no han sido graves, al tiempo que insiste en atribuir su buen estado a la cloroquina, un medicamente ampliamente defendido por él y por el presidente estadounidense Donald Trump, informa El Periódico de España.
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