“Atención, evacuación general del área. Busque el lugar más alto de la ciudad. Evacuación de emergencia. Busque el lugar más alto de la ciudad”, se escuchó en los parlantes de la ciudad de 39.000 habitantes del estado de Minas Gerais enlutado por la tragedia del viernes.
En un comunicado urgente, la gigante brasileña Vale, empresa a cargo de la estructura minera, informó que accionó la alarma a las 05H30 locales (02H30 en Colombia) “al detectar un aumento de los niveles de agua en los instrumentos que monitorizan el dique VI”. Según informaciones de Vale a los bomberos, “no hay residuos mineros” en el dique que contiene entre 3 y 4 millones de metros cúbicos de agua.
La estructura forma parte de la mina Córrego do Feijao, cuyo dique I se rompió el viernes dejando hasta ahora 40 muertos y casi 300 desaparecidos.
“Inmediatamente después de que esa alarma fue activada el cuerpo de bomberos inició la evacuación de las comunidades que están cerca del dique”, informó a los medios de comunicación Pedro Aihara, teniente del cuerpo de bomberos.
Aihara precisó que “debido al riesgo de la rotura del dique los trabajos de búsqueda [de sobrevivientes de la catástrofe del viernes] están temporalmente interrumpidos” porque el “foco ahora es la evacuación de la zona”.
Las labores de búsqueda de sobrevivientes en la región fueron interrumpidas el sábado a las 20H00 locales y debían ser retomadas a las 04H00 del domingo.
La mayor tragedia
El balance de muertos supera ya al de noviembre de 2015, cuando la ruptura de la represa de Fundao, en el municipio de Mariana, a 125 km de Brumadinho, mató a 19 personas y provocó el peor desastre ecológico en Brasil.
Esa represa pertenecía a Samarco, una empresa controlada por Vale y la anglo-australiana BHP Billiton.
La tragedia desató airadas críticas de organizaciones ambientalistas, como Greenpeace o SOS Mata Atlántica, lideres políticos y expertos en gestión de riesgos.
“Tres años después del grave crimen ambiental en Mariana, con investigaciones todavía no concluidas, la historia se repite como tragedia en Brumadinho. Es inadmisible que el poder público y las empresas mineras no hayan aprendido nada”, lamentó Marina Silva, exministra de Medio Ambiente y excandidata presidencial.