El programa ‘El Mundo del campo’, se transmite de lunes a sábado a las 4:45 a. m. por Canal RCN, brinda una plataforma a productores y emprendedores agrícolas para exhibir sus productos y promover la agricultura. Comenzó a emitirse hace 19 años como un espacio en un canal local, luego tuvo una versión radial que se emitió en La UFM Estéreo, posteriormente volvió a la pantalla chica en Telecafé y gracias a su éxito empezó a emitirse a nivel nacional.

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Desde entonces tuvo gran acogida, en especial, por las ideas y el talento de Alfonso Uribe Torres, un hombre nacido en Chiriguaná, Cesar, pero que desde los 3 años llegó al Quindío y se convirtió en un hijo más de esta tierra de vocación agrícola.

Él se define como un ciudadano común y corriente que goza de su hogar, pero que por voluntad propia se inventó un programa que muestra el lado bueno de Colombia, que semana a semana recorre ese país rural, descubriendo las historias de quienes hacen del país una gran despensa agrícola.

  • ¿Cuál es su visión del campo colombiano hoy? 

El campo tiene muchas expectativas y muchas oportunidades. En estos momentos con la coyuntura del dólar, la problemática de logística al no poder traer cargas de productos obliga al campo colombiano a tener esa oportunidad de abastecerse, nos toca volver a retomar y replantear esa capacidad productiva que viene de épocas anteriores donde era más barato comprar afuera que producir adentro; sin embargo, hay algunos sectores muy dinámicos que pueden salir adelante con este tema de la crisis mundial.

  • ¿Cómo surgió ‘El mundo del campo’? 

Eso fue como una bola de nieve, realmente fue una oportunidad que me dieron en Cable Unión de Occidente, en Montenegro, ahí empezó la semillita a crecer y a tener aceptación, se me abrieron más espacios hasta llegar al canal nacional e internacional, además, con las nuevas tecnologías y las redes sociales se sigue creciendo y trabajando muy duro, ahí vamos en la lucha sin nada regalado, pero cumpliéndoles a nuestros televidentes que son la razón de ser, son los que nos motivan porque cuando he estado a punto de tirar la toalla se arriman y nos dicen que no nos podemos rendir, que el programa es muy bueno.

Cuando uno visita las regiones uno se da cuenta que somos ese motorcito que inyecta energía a los colombianos, porque somos de esos pocos espacios que entregamos noticias positivas de lunes a sábado a las 4:45 a. m. La gente del campo es la que más nos agradece, así como los que tienen arraigo con lo rural.

Exactamente, ¿qué objetivo tiene ‘El mundo del campo’? 

Nosotros no enseñamos a hacer algo, no enseñamos a sembrar por lo que la gente queda en las mismas -risas-. Lo que hacemos en este espacio es mostrar un modelo de vida y exitoso de personas que han salido adelante con una propuesta productiva.

Hemos apartado esa idea de que cada episodio es un curso técnico, nosotros podemos ofrecer muchos programas de cultivo de habichuelas, porque con uno de esos se destacó un pequeño productor, en otro uno mediano y el siguiente uno grande, o una persona de una comunidad étnica, en fin. Todo Colombia es una mixtura de realidades que precisamente es lo que buscamos y presentamos, modelos exitosos que hagan que nuestra gente del campo sea valorada o que aquellos que quieren entrar a este mundo se animen, que vean estas experiencias para llenarse de convencimiento de que pueden lograrlo.

Todos los modelos son muy valiosos porque cada uno trae un mensaje distinto de esperanza. Llevamos noticias positivas porque están llenas de familias, de valores, paz y productividad.

¿Cuál es la clave del éxito de este espacio? 

Yo creo que es la insistencia y persistencia, es que en nuestro país tenemos muchos problemas, mucha carga tributaria. En el campo no hay una adecuada utilización de los espacios televisivos para promocionar sus productos, nos quedamos solo en el periódico, en la radio, en solo días de campo.

Hay muchas personas que aún nos ayudan, creen en lo nuestro y crecieron junto a nosotros en estos 19 años. El relevo generacional ahora en las dirigencias también ha tenido su efecto difícil, además, de las redes sociales con los influencers, pero hemos hecho frente a las adversidades para seguir en el mercado.

Otra de las potencialidades que tenemos es hacer el ejercicio de una forma económica, todo el equipo se prepara para grabar, presentar, formular ideas, pero también hace el tinto, el almuerzo y otras acciones, no nos podemos complicar porque nos toca entregar la medio bobadita de 305 capítulos nuevos todos los años para ser transmitidos en el ámbito nacional e internacional.

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El programa es la voz de esos emprendedores rurales, ¿qué nivel de satisfacción le deja esta tarea? 

La satisfacción es infinita, yo me volví como el San Francisco de Asís de ellos porque soy el que le doy la oportunidad a ese habitante del campo, a ese productor, a ese emprendedor, sea grande, mediano o pequeño, de un mundo que es gigante, que presenten su producto, se sienten inmersos en las pantallas, en el televisor.

Ya empiezan a caminar alegres, distintos, se sienten chéveres cuando este gordo de Alfonso Uribe Torres los saca en cámaras, eso es positivo. Es que en Colombia si no es una masacre, un asesinato o un daño, entonces no se puede televisar. 

Es un gran logro, son 5.300 familias que te han hecho sentir como uno de ellos, te abrazan, te invitan a volver, al punto que uno ni se acuerda cuándo estuvo antes por ese lugar -risas-, es una gran alegría quedar en el corazón de estas personas, lo que significa que hemos hecho las cosas bien.

Usted recorre los distintos puntos del país, ¿qué le falta conocer de Colombia? 

En Colombia me faltan 2 departamentos por conocer, el primero de ellos Amazonas, yo personalmente no lo he visitado, me falta parte del Chocó, pero nunca nos han invitado, nuestras políticas de seguridad establecen que donde no nos han invitado sencillamente no vamos.