
El gigante tecnológico Tesla tiene su mira puesta en el mercado colombiano, pero aún está a la espera de condiciones regulatorias que hagan viable su incursión. El foco principal de la empresa de Elon Musk no es la venta de automóviles eléctricos, sino la introducción de sus baterías para almacenamiento de energía, un rubro fundamental en los sistemas energéticos modernos, según informó El Tiempo.
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Sandra Barba, directora de Regulación y Nuevos Negocios de Tesla para América Latina, explicó que el principal obstáculo actual es la falta de una normativa precisa sobre cómo se integrarán las baterías a la red eléctrica colombiana y la forma en la que serán remunerados sus servicios. Según la ejecutiva, para que el negocio de almacenamiento de energía prospere en el país, se requiere claridad tanto en las reglas operativas como en los incentivos económicos, de acuerdo con el impreso.
Actualmente, el marco legal colombiano no reconoce explícitamente los servicios que las baterías pueden aportar al sistema, como el suministro de energía durante picos de demanda o la prestación de servicios auxiliares para mantener la estabilidad de la red. Para Tesla, definir cómo se les pagará a los dueños de baterías, si por capacidad, suministro de energía o por servicios complementarios, es clave para atraer inversionistas y permitir el desarrollo de nuevos proyectos, según el citado diario.
La ejecutiva hizo énfasis en este tema durante el 8º Encuentro y Feria Renovables Latam, donde destacó que la existencia de un mecanismo claro de remuneración es determinante para que los inversionistas consideren la adquisición de tecnologías como la megapack de Tesla. Cada unidad representa una importante inversión, pues un megavatio de almacenamiento ronda el millón de dólares, de acuerdo con el periódico.
La integración de baterías en el sistema colombiano puede ayudar a descongestionar la red existente y facilitar la incorporación de mayores cantidades de energía renovable, como la solar o la eólica. Según Barba, esto no significa competir con fuentes tradicionales como la hidroeléctrica, sino trabajar de manera complementaria para mejorar la eficiencia y la resiliencia energética del país.
Las baterías no solo almacenan electricidad para los momentos de mayor demanda sino que también ofrecen soporte y estabilidad técnica a la red, una capacidad que cobra cada vez más relevancia frente a los retos del cambio climático y la transición energética, según el citado medio.
La ejecutiva resaltó también los avances que ha mostrado la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) al identificar diferentes puntos estratégicos donde podrían instalarse estos sistemas, lo que resulta atractivo para el sector privado, de acuerdo con el rotativo.
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Además, al analizar la experiencia internacional, Barba invitó a mirar de cerca los casos de Chile, México y Brasil. El primero, por ejemplo, ya cuenta con más de mil megavatios de almacenamiento en operación y pruebas con dos proyectos adicionales de 200 megavatios cada uno, impulsados por un marco regulatorio atractivo y una política robusta de remuneración. Los dos siguientes, por su parte, tienen planes ambiciosos para expandir también la capacidad de este tipo de sistemas a través de subastas y proyectos de gran escala, según el informe periodístico.
Para Tesla, contar con reglas claras y señales económicas suficientemente fuertes es el componente central para que la inversión extranjera llegue y se logre modernizar el sistema colombiano de energía, según el medio de comunicación.
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