Este organismo mundial, que trabaja para el sector de los negocios y para sus compañías adherentes, estima que la economía china solo creció un 4,1 % en 2018, en vez del 6,5 % que debería anunciar el gobierno al inicio de la próxima semana.

Varios economistas chinos y extranjeros sospechan desde hace tiempo que las estadísticas chinas están manipuladas, como indica el hecho de que el crecimiento anual siempre corresponde al objetivo oficial fijado de antemano.

El gobernador de la provincia de Liaoning admitió en 2017 que esta región industrial del noreste de China había falsificado sus cifras durante años.

Y según una nota confidencial publicada por WikiLeaks en 2010, el actual primer ministro Li Keqiang afirmaba en 2007, cuando era el responsable de la provincia, que algunos datos eran “inventados”.

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El Conference Board, cuyas investigaciones son muy seguidas por los inversores y los directivos, calcula un PIB alternativo para China desde 2014.

David Hoffman, su vicepresidente para la región Asia-Pacífico, explica que su organización tiene sus propios métodos de cálculo del crecimiento del sector servicios y de la producción industrial para reducir las distorsiones en los mecanismos que fijan los precios oficiales.

Sus cifras muestran una mayor vulnerabilidad a los factores exteriores que la anunciada por el gobierno.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS), por ejemplo, el crecimiento cayó a 7,8 % en 1998 por la crisis financiera asiática, frente al 9,2 % de 1997.

Pero según los cálculos de Conference Board, el PIB cayó en realidad a la mitad entre esos dos años, de 4,5 % a 2,3 %.

De la misma manera, las cifras oficiales quizá dieron una imagen atenuada del impacto de las crisis posteriores, como la deflación de los precios del petróleo y de las materias primas en 2014-2015.

El Conference Board cree que el crecimiento en 2015 cayó a 3,8 %, frente al 6,3 % del año anterior. Las cifras oficiales apuntan sin embargo una caída menor, de 7,3 % a 6,9 %.

El crecimiento del PIB es una cuestión sensible para el Partido Comunista, que basa su legitimidad para mantenerse en el poder en la promesa de una economía próspera y en el aumento del nivel de vida.

Según Hoffman, si las estadísticas de su organización son exactas, “significa que son urgentes reformas económicas sustanciales” en China, más teniendo en cuenta los conflictos comerciales y el freno de la demanda mundial.

Algunos, incluso, piensan que el aumento de la riqueza china podría ser todavía más débil. Xiang Songzuo, un profesor de finanzas de la Universidad del Pueblo de Pekín, estimaba el mes pasado que el aumento del PIB en 2018 no superará el 1,67 %, o incluso podría ser negativo.

Un video en el que hablaba de esta cuestión circuló por las redes sociales a pesar de la censura.

China reconoce que tiene un problema con los datos económicos y la BNS anunció recientemente que iba a lanzar por primera vez una ofensiva contra la falsificación de las estadísticas y crear un sistema unificado y nacional para calcular el crecimiento.

Según Gao Yuan, economista de Conference Board, las presiones externas sobre la economía china “deberían manifestarse de manera más significativa” en 2019.

Conference Board cree que el PIB de China crecerá de media un 3,8 % entre 2019 y 2023 y un 3,4 % entre 2024 y 2028.