Escrito por:  Redacción Economía
Jul 7, 2023 - 7:17 pm

Desde su relanzamiento, el Aguardiente Amarillo de Manzanares se había posicionado en el mercado y, en Bogotá, se convirtió en uno de los licores favoritos. Para la mala fortuna de los amantes de este producto, está escaso por cuenta de una medida ordenada por la Gobernación de Cundinamarca.

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Resulta que para proteger al aguardiente Néctar —que es producido por la Empresa de Licores de Cundinamarca— la Gobernación emitió un decreto en 2019 el cual prohibía la venta de Aguardiente Amarillo (producido por la Industria Licorera de Caldas).

La ILC apeló y recibió un permiso para distribuir su aguardiente en Cundinamarca. Sin embargo, el pasado 6 de junio, la Dirección de Rentas y Gestión Tributaria revocó dicha autorización que le permitía ser distribuido en el departamento.

Esa decisión provocó desabastecimiento de ese aguardiente en los distintos establecimientos que lo comercializaban. Por ahora, se sabe que habrá un nuevo capítulo de la disputa legal, pues la ILC buscará la autorización para vender su bebida en Cundinamarca y, especialmente, en Bogotá (que es un gran mercado).

Más allá del pleito, los comerciantes de licor están preocupados porque les quitaron la posibilidad de vender uno de los aguardientes con mayor rotación y, además, dejaron en evidencia el impacto que tuvo en el precio de las pocas botellas que aún están en las tiendas.

“Es un producto líder que en este momento, a raíz de la escasez, pues se ha visto afectado el precio. La demanda de ese producto es muy buena, los clientes lo piden constantemente. Anteriormente se conseguía en 36.000 pesos y hoy ha subido más de un 30 %, a 50.000 pesos. Entonces, la escasez ha afectado mucho el tema del precio y pues el consumidor también se ha visto afectado en su bolsillo”, comentó un comerciante en Blu Radio.

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Problema que desataría la escasez de Aguardiente Amarillo

Los comerciantes no la pasan bien por cuenta de las pocas unidades de Aguardiente Amarillo en el mercado. La restricción que se implementó para evitar la competencia entre ambas licoreras los tiene preocupados porque además de las pérdidas económicas se podría disparar el contrabando.

En diálogo con la citada emisora, los comerciantes señalaron que la medida podría incentivar el contrabando departamental y la venta de licor adulterado. Por tanto, le pidieron a la Gobernación de Cundinamarca que deje comercializar el aguardiente en Bogotá

“Nos está afectando el hecho de que no puede entrar Amarillo a Bogotá porque es el aguardiente número uno que se está vendiendo. El cliente que llega y no lo consigue en nuestro establecimiento se va a comprar el resto de sus productos a otro sitio. Esto va a afectar de dos maneras. Uno, que aumente el tema de contrabando departamental y lo empiezan a traer por contrabando del departamento de Caldas. Y dos, el tema del Amarillo adulterado”, comentó en la emisora Yuli González, dueña y propietaria de Comercializadora González.

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