Stephens se llevó el premio mayor de 3.7 millones de dólares por su victoria en el último grande del año contra su compatriota y amiga Keys, en la primera final entre estadounidenses desde 1998.

La nueva campeona, de 24 años de edad, es apenas la segunda mujer no sembrada que gana el US Open, desde que la belga Kim Clijsters lo hiciera al regresar de un retiro para ganar el trofeo en 2009.

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Stephens concretó su triunfo en 61 minutos, con tenis preciso de sólo 6 errores no forzados, y la mayoría de sus tiros ganadores por las líneas.

La ganadora estableció el ritmo desde temprano, cuando logró el primero de sus cinco quiebres en el quinto game, para demoler a Keys en el último parcial con otras tres roturas del servicio y ocho de los 10 tiros ganadores que logró en el partido.

Aunque Keys peleó con fiereza los últimos tres puntos del campeonato, al final Stephens prevaleció cuando su rival envió una bola larga por el fondo.

Al terminar el partido, ambas jugadoras se abrazaron red de por medio, y fue Stephens la que consoló a una llorosa Keys, aunque más tarde se las vio riendo juntas, mientras esperaban por la premiación.

Con información de AFP