Según una publicación de la revista Semana, la producción de cada billete de $100.000 le cuesta 145 pesos al Banco de la República, siendo este el monto más alto en comparación con los otros de la nueva familia, como los de $2.000 y $5.000 que solo cuestan 90 pesos.
Pero ¿cómo es el proceso de producción de los billetes en el país? Para empezar, el departamento de Tesorería le entrega al director de producción, entre septiembre y octubre de cada año, las necesidades anuales de impresión que garanticen que el país cuente con la cantidad necesaria de dinero.
Solo hay seis proveedores en el mundo del papel de seguridad utilizado para las impresiones de los billetes. Los pedidos pueden tardar alrededor de ocho meses, por lo que la imprenta mantiene un inventario de este papel y de la tinta utilizada que garantice, al menos, el 30 % de la producción anual.
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El color, las marcas de agua, las figuras multicolores y el hilo de seguridad ya vienen de fábrica, pero no se usa en las 24 horas siguiente del recibido ya que puede dañarse cuando entre en contacto con el ambiente.
Según la revista Dinero, un billete se demora tres meses en producirse, ya que debe pasar por seis procesos:
1. Impresión ‘offset’
En esta fase el papel pasa por una maquina que le pone los colores, dependiendo de la denominación. Cada plancha metálica tiene una tonalidad específica, y aunque se pone toda la placa sobre el papel, el color solo queda en esos espacios que aceptan el aceite de la tinta.
De acuerdo al Banco de la República, esta se hace simultáneamente por las dos caras del papel de seguridad para obtener elementos como el registro, el irisado y los dispositivos anti escáner. Además, se imprimen las imágenes del diseño en tinta fluorescente, las cuales solo se pueden ver con luz ultravioleta.
2. Calcografía
Por medio de planchas metálicas grabadas se estampan los textos principales, los números que identifican al billete, según la denominación, las imágenes complementarias y el retrato del personaje (Gabriel García Márquez en el billete de $50.000; el expresidente Carlos Lleras Restrepo en el del $100.000, etc.).

3. Revisión automática de los pliegos impresos
Cámaras de alta resolución realizan un escaneo por las dos caras del papel, esto se hace antes de la impresión del número de serie del billete, en caso tal que se debe descartar alguna hoja.
4. Revisión manual de los pliegos impresos
Según la revista Dinero, un grupo de personas es entrenado de 3 a 4 meses, como mínimo, para la revisión de cada pliego de forma manual. Los encargados deben examinar dos veces por cada cara una resma de 500 hojas. En las ocho horas laborales, alcanzan a revisar alrededor de 9 resmas.

5. Impresión topográfica
Después de que se descarten las hojas que no cumplen con los estándares de calidad del banco, los pliegos que aprobados pasan a aglomeración donde se coloca la serie de cada billete.
6. Barnizado
Para darle durabilidad al billete, este pasa por una máquina que le aplica una capa de barniz transparente, con un proceso de semiplastificado o lacado. Esto puede aumentar, en promedio, un 70 % su vida útil.
Para cortar los pliegos, estos deben reposar un día ya que salen muy calientes después del barnizado.
Al finalizar, se organizan los billetes en grupos de 100, pasan a una máquina que acumula 10 fajos, amarra los mil billetes y los recuenta. Luego pasan a termo sellado y se arman cajas, manualmente, de 50.000 billetes cada una.

Para que un billete realmente tenga valor, tal como menciona la revista Dinero, deben ser recogidos por una máquina del departamento de tesorería del Banco de la República, quien es el único autorizado de la circulación de los mismos a través de sus ventanillas, pagos a bancos comerciales, o bóvedas anexas.
FOTOS: LA REPÚBLICA.
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