“La bicicleta me da la oportunidad de recorrer la localidad, ver el desarrollo urbano y de trabajar en lo social. Si tengo que ir a traer un papel o hacer algo lo hago en la bicicleta y no pago pasajes, además de ser bueno para mi salud”, dice Luz Marina Rodríguez, líder social.

Habitantes de Ciudad Bolívar, Usme, Engativá, estudiantes, ciclistas reconocidos y expertos en transporte, movilidad y desarrollo humano, cuentan sus historias de amor con la bicicleta y sus testimonios están recopilados en este documental.

“El uso de la bici es amigable con todo, no solo con el medio ambiente. No molestas con ella, no hace tanto ruido, ahorras dinero, llegas más rápido a tu destino. Es como una amiga”, asegura Laura Cassini, universitaria.

Estas personas coinciden en decir que una vez que optaron por usar la bicicleta para ir a sus lugares de trabajo o estudio, sus vidas cambiaron.

“Yo era un ejecutivo que usaba el carro para llegar a mi sitio de trabajo y mi jornada era regularmente de 12 horas, así que pagar ese tiempo por un parqueadero no era algo rentable. Un día dije me voy en bicicleta y desde ahí mi vida se transformó”, cuenta uno de los ciudadanos que aparece en el documental.

Bogotá también ha tenido un cambio estructural para el uso de la bicicleta y desde que el alcalde Enrique Peñalosa decidió construir la primera ciclorruta, durante su primera administración, hoy son miles los ciclistas que cuentan con kilómetros exclusivos para su movilidad y seguridad.

Y ha sido tanta la acogida por este medio de transporte que, incluso, se han creado programas como semilleros de la bici, y al colegio en bici, con los cuales el distrito le apuesta a los niños como futuros ciclistas para pedalear responsablemente.

La cultura de la bici en la capital colombiana ha llegado a tal nivel que por cada 2 personas que se movilizan en carro a su oficina, hay una que lo hace en bicicleta.