La estación termonuclear de la ciudad fue la que recibió las descargas, y por esa razón 8 millones de personas se quedaron a oscuras.
Este apagón se convirtió en el más importante que jamás había vivido la ciudad, por lo que el caos se apoderó de las personas y las tropas federales de Estados Unidos tuvieron que ingresar para controlar la situación.
Todo comenzó alrededor de las 9:00 de la noche del 13 de julio y se extendió hasta las 10:30 de la noche del 14.
Según los ingenieros norteamericanos, las estaciones cuentan con un sistema de auto-inactivación, por lo que cuando cayó el rayo los reactores se apagaron. Si no tuvieran este sistema se hubiese producido una explosión.
El hospital Velbio, el más grande del mundo, anunció que debían enviar plantas de emergencia para que los respiradores artificiales siguieran ayudando a cerca de 150 pacientes. Horas después se trasladaron los equipos requeridos, todo para evitar una catástrofe aún mayor.
Sumado a eso, algunos bancos de la ciudad comenzaron a ser saqueados por las personas y los incendios se apoderaron de las edificaciones.
El sector del Bronx fue uno de los más afectados. El difícil acceso por parte de las autoridades a este condado de Nueva York impidió que los incendios fueran rápidamente controlados, y los saqueos a las tiendas se incrementaron considerablemente.
Los policías, intentando controlar los desmanes, arrestaron a cerca de 3,700 saqueadores. Además, se registraron más de mil incendios y 1,500 saqueos en la ciudad.
*Artículo basado en hechos reales ocurridos en el año 1977, al igual que la serie original de Netflix: The Get Down. Todos los episodios, ya disponibles en Netflix.com.
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